Saldrás temprano de Lima hacia el misterioso bosque de piedras de Marcahuasi — desayuno incluido — acompañado por guías locales que conocen cada leyenda del camino. Prepárate para el aire de altura, formaciones rocosas surrealistas y momentos sinceros de silencio o risas antes de volver a la ciudad.
Confieso que nunca había oído hablar de Marcahuasi hasta que una amiga en Miraflores me lo mencionó mientras tomábamos café. “No está lejos”, dijo, pero al dejar la ciudad al amanecer (todavía medio dormido), entendí que “no lejos” en Perú significa subir hasta el cielo. Nuestro guía, Martín, tenía esa forma relajada de mezclar historia con bromas — llamaba al camino “la montaña rusa más lenta del mundo”. Las ventanas del auto se empañaban mientras ascendíamos cada vez más; yo las limpiaba para poder ver cómo el sol disipaba la neblina matutina sobre los Andes. Había un aroma también, entre eucalipto y tierra fría. Algo punzante. Eso no me lo esperaba.
El desayuno fue sencillo — pan aún tibio de una panadería en la carretera y café fuerte con un toque ahumado. Cuando llegamos a Marcahuasi, la cabeza me daba vueltas (la altura no es broma), pero Martín repartió hojas de coca como un mago con su truco secreto. El bosque de piedras… es difícil de explicar sin sonar exagerado. Formas gigantes por todos lados, algunas parecían caras o animales si las mirabas con atención. También había algunas familias locales, haciendo picnic en silencio y señalando figuras que sus abuelos solían contar. En un momento me senté en una roca cubierta de líquenes y escuché — solo viento y una risa lejana. El aire era tan puro que casi dolía.
Anduvimos por horas, parando cada vez que Martín nos contaba una leyenda nueva o cuando alguien necesitaba recuperar el aliento (yo, sobre todo). Nos enseñó a reconocer al “monje” y a la “tortuga” entre las piedras — juro que vi ambos, aunque quizá era mi mente jugando con la altura. De regreso a Lima, todos guardaron silencio un rato. Quizá cansados o simplemente pensando en esas extrañas piedras silenciosas allá arriba, por encima de todo. A veces aún recuerdo esa vista cuando Lima se siente demasiado ruidosa.
Marcahuasi queda a unas horas en auto al este de Lima, normalmente se sale desde Miraflores.
Sí, el desayuno está incluido en la excursión a Marcahuasi.
Usa ropa en capas para adaptarte al clima cambiante; puede hacer frío en la altura y el tiempo varía rápido.
Los niños son bienvenidos, pero deben ir acompañados por un adulto durante toda la excursión.
Sí, hay opciones vegetarianas si las pides al hacer la reserva.
Se recomienda tener un nivel moderado de condición física por las caminatas en altura.
Sí, los animales de servicio están permitidos en la excursión a Marcahuasi.
El tour opera en todas las condiciones climáticas; viste apropiadamente para lluvia o frío.
Tu día incluye recogida en Miraflores, un desayuno sencillo local en el camino (con opción vegetariana si la solicitas), entrada al bosque de piedras de Marcahuasi con un guía que comparte historias mientras caminan juntos, y luego transporte de regreso al punto de partida cuando hayas disfrutado de leyendas y aire fresco de montaña.
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