Sumérgete en la historia de Lima mientras recorres catedrales, pruebas chocolate fresco en el ChocoMuseo y disfrutas las olas bajo los mosaicos del Parque del Amor. Con un guía local que comparte historias y bromas, y transporte privado entre barrios, descubrirás detalles y sabores que la mayoría de visitantes se pierden — momentos que se quedan contigo mucho después de salir de Perú.
“Ahí está enterrado Pizarro,” nos contó Rosa, nuestra guía, con su voz que resonaba un poco en el silencio fresco de la Catedral de Lima. Nunca había estado en una cripta antes — al menos no así — y no paraba de mirar las viejas paredes de piedra mientras Rosa narraba cómo se fundó Lima. El aire olía a incienso y polvo, y afuera se escuchaban los bocinazos lejanos de la Plaza Mayor. Fue raro salir a tanta luz después de estar bajo tierra, parpadear ante los edificios amarillos y ver a la gente dando de comer a las palomas junto a la fuente.
Nos abrimos paso entre el tráfico (nuestro conductor siempre encontraba el hueco justo) hasta llegar a Huaca Pucllana — solo una parada panorámica, pero ver esos antiguos ladrillos de adobe en medio de Miraflores se sentía casi irreal. Traté de imaginar cómo sería este lugar hace siglos. Luego, de repente, estábamos en el ChocoMuseo, donde nos dieron vasitos de chocolate caliente tan espeso que casi se pegaba a la lengua. Seguro me pasé preguntando por cada ingrediente, pero el personal se reía y me contó sobre el cacao peruano. Ese aroma — chocolate caliente mezclado con el aire de la ciudad — se me quedó grabado.
Después, caminando por el Parque del Amor con sus muros de mosaicos y esa escultura tan loca de Víctor Delfín (todavía no sé qué pensar de ella), tienes una vista abierta del Pacífico. Soplabla la brisa del mar y parejas por todos lados haciéndose selfies o simplemente sentadas en silencio. Rosa señaló algunas frases en español en los azulejos; intenté leer una en voz alta y ella sonrió con mi acento. Terminamos cerca de la Plaza Mayor para echar un vistazo rápido a algunas casas coloniales — la Casa O’Higgins fue mi favorita, sobre todo por sus balcones azules.
No, pero el transporte privado está incluido durante todo el recorrido.
No, solo es una parada para ver el sitio desde afuera.
Sí, el tour es accesible para sillas de ruedas.
Sí, se permiten animales de servicio.
El recorrido cubre Miraflores y el centro histórico de Lima.
Sí, durante la visita al ChocoMuseo Miraflores hay una degustación gratuita.
El viaje suele durar entre 30 y 40 minutos, según el tráfico.
Tu día incluye transporte privado en vehículo con aire acondicionado, visitas a tiendas de artesanías y lugares principales como Plaza Mayor y Parque del Amor, entrada a la Catedral de Lima (con museo y cripta), guía oficial de turismo durante todo el recorrido, además de una parada para degustación gratuita en el ChocoMuseo Miraflores antes de regresar al otro lado de la ciudad.
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