Este tour te muestra la esencia de Lima: desde humedales tranquilos al amanecer, templos ancestrales, arte urbano en Barranco, misterios coloniales en el centro y el increíble espectáculo de agua al caer la noche. Es un día completo pero sin prisas, donde verás, oirás y probarás lo que pocos visitantes conocen.
Aún quedaba niebla sobre la ciudad cuando llegamos a Pantanos de Villa. El aire olía a sal y cañas; había garzas por todos lados, quietas en las aguas poco profundas. Nuestra guía, Rosa, señaló un pequeño puesto que vendía tamales dulces; me compré uno para desayunar. Ni imaginarías que estás tan cerca del tráfico limeño aquí. Todo estaba en calma, solo se escuchaban los pájaros y el ocasional chapoteo de un pescador remando.
Después visitamos Pachacamac. El sol ya calentaba las paredes de adobe cuando llegamos. Caminamos entre templos antiguos con vistas directas al Pacífico; de verdad, parecía otro mundo. Rosa nos contó cómo la gente venía aquí a buscar respuestas del oráculo. Pasé la mano por una piedra calentada por el sol e intenté imaginar qué preguntas habrían hecho.
Al mediodía, Barranco estaba lleno de vida. Los artistas callejeros terminaban murales cerca del Puente de los Suspiros; se olía la pintura fresca mezclada con el aroma del café del Café Bisetti a la vuelta. Entramos a un local pequeño para probar ceviche y lomo saltado, simple pero delicioso. De algún lugar arriba llegaba música que se colaba por una ventana abierta.
El centro de Lima se sentía distinto: más bullicioso, con un aire antiguo. Pasamos frente al Palacio de Gobierno y esas fachadas coloniales que parecen guardar secretos. Dentro del Convento de San Francisco el ambiente se volvió más fresco y oscuro; libros apilados en la biblioteca y luego esas escaleras que bajan a las catacumbas, donde se mezcla el olor a tierra y cera de vela.
Al caer la tarde llegamos al Parque de la Reserva para el show del Circuito Mágico del Agua. Los niños corrían esquivando las fuentes, algunos se mojaban a propósito para reírse. Las luces se encendieron justo cuando anochecía; los chorros de agua bailaban al ritmo de salsa y todos se quedaron en silencio un momento para disfrutar.
¡Sí! Incluye un almuerzo de dos tiempos, normalmente en Barranco, con platos típicos como ceviche o lomo saltado.
Se camina en cada parada pero sin esfuerzo excesivo. El ritmo es tranquilo y hay descansos; familias con niños y adultos mayores activos lo disfrutan sin problema.
La recogida y regreso al hotel están incluidos si te alojas en hoteles seleccionados del centro de Lima.
Claro, la mayoría de los lugares son accesibles y puedes usar cochecito o silla de ruedas durante todo el tour.
El día incluye todas las entradas, visitas guiadas con historias locales, transporte cómodo entre paradas, almuerzo en Barranco y recogida y regreso al hotel si estás cerca. Solo trae calzado cómodo y quizás una chaqueta ligera si sales temprano o te quedas al show nocturno.
¿Necesitas ayuda para planear tu próxima actividad?