Adéntrate en la selva de Colón escuchando monos y buscando perezosos, recorre las antiguas piedras del Fuerte San Lorenzo donde cobran vida las leyendas piratas. Termina el día en las esclusas Agua Clara del Canal de Panamá viendo cómo suben y bajan los barcos, con un guía local que te contará cada detalle. Una experiencia que te queda grabada mucho después de partir.
“No te sorprendas si primero escuchas a los monos aulladores antes de verlos,” sonrió nuestro guía Luis mientras avanzábamos en el minibús, con las ventanas entreabiertas dejando entrar ese aire denso y terroso. Tenía razón — a los cinco minutos de entrar en la selva, apareció ese sonido profundo y gutural que resonaba entre el verde. Pegué mi cara al vidrio con la esperanza de ver algo, pero terminé avistando un perezoso. Se movía tan despacio que casi lo pierdo. Luis señaló su árbol favorito y nos contó por qué nunca parecen tener prisa. Siempre pensé que la selva olería dulce, pero aquí era más bien a hojas mojadas y un toque almizclado — no desagradable, solo distinto.
Parábamos varias veces para fotos (y, siendo honestos, para quedarnos mirando). Alguien detrás mío soltó un suspiro cuando un tucán se posó justo encima — esos colores parecen irreales hasta que los ves de cerca. Luis nos contó sobre los hábitos de los monos mientras intentábamos ver alguno balanceándose (yo no tuve suerte). El trayecto no fue largo pero se sintió como una pequeña aventura. En el Fuerte San Lorenzo, el aire cambió — más salado, con una brisa caribeña que hacía ondear mi camisa. Las paredes de piedra se veían golpeadas pero orgullosas; Luis nos narró historias de piratas y oro español que nos hicieron entrecerrar los ojos mirando los agujeros de los cañones, como esperando encontrar un tesoro. Intenté decir “cuartel” en español y un hombre mayor que barría cerca de la entrada se rió — seguro lo dije fatal.
La última parada fue en las esclusas Agua Clara del Canal de Panamá. Había visto fotos antes, pero estar ahí viendo esos enormes barcos deslizarse es difícil de describir, todos se quedaron en silencio. Incluso algunos niños se callaron mientras observábamos cómo el agua entraba y salía de esas cámaras de concreto. Luis explicó cómo esta ampliación cambió el comercio mundial, señalando mapas con su bolígrafo mientras yo intentaba (y fallaba) imaginar cómo construyeron algo tan grande entre selva y roca. De regreso al puerto de Colón, alguien pasó botellas de agua y compartimos avistamientos — resulta que alguien más vio un oso hormiguero que yo me perdí por completo.
El tour completo dura unas 5 horas, incluyendo todas las paradas.
Sí, el traslado desde y hacia el puerto está incluido en esta excursión.
No, la entrada al mirador de Agua Clara (unos 15 USD) no está incluida.
Podrás ver monos, perezosos, tucanes, caimanes, cocodrilos, osos hormigueros y más.
No incluye almuerzo; se proporciona agua embotellada durante el recorrido.
Pasarás aproximadamente 1 hora explorando el fuerte con tu guía.
Sí, los niños pueden unirse; los bebés pueden ir en cochecito o sentados en el regazo de un adulto.
No, es apto para la mayoría de niveles físicos, pero no se recomienda para personas con lesiones en la columna o problemas cardiovasculares.
Tu día incluye recogida y regreso al puerto de Colón, transporte en minibús con aire acondicionado y agua embotellada, además de un guía local experto que compartirá historias en cada parada — desde la fauna de la selva hasta las leyendas del Fuerte San Lorenzo — antes de llevarte de vuelta seguro a tu barco.
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