Navega por los canales de Ámsterdam en un barco cerrado de lujo, alternando entre vistas actuales y escenas vibrantes del siglo XVII con paradas de realidad virtual. Incluye audioguía (holandés o inglés), una bebida y momentos en los que la historia se siente increíblemente cercana, especialmente al ver los antiguos astilleros o los imponentes muros de la ciudad.
Es como si simplemente te deslizaras sobre el agua — ese primer instante en que el barco se aleja del muelle en Ámsterdam, se siente un silencio especial, como si todos contuvieran la respiración. La ciudad está cerca pero más tranquila desde el canal, con casas de ladrillo que se inclinan en ángulos curiosos y bicicletas que crujen al pasar por los puentes sobre nosotros. Nuestro guía repartió los auriculares y traté de no derramar mi bebida (yo elegí ginger beer, aunque la mayoría prefirió vino). El aire olía a lluvia sobre piedra. Pasamos junto a Leidseplein y alcancé a escuchar risas desde alguna terraza arriba.
No esperaba que la realidad virtual me atrapara — la verdad, pensé que sería un truco. Pero cuando paramos cerca de un antiguo almacén y nos pusimos los cascos, todo cambió; barcos por todas partes, hombres gritando en holandés (no entendía nada), barriles rodando sobre tablones. Fue sorprendentemente emocionante ver dónde vivía la élite o imaginar los barcos de guerra construyéndose justo bajo nuestro barco. La audioguía alternaba entre inglés y holandés con tanta fluidez que, aunque me distrajera un momento, podía seguir el hilo sin problema. Li — nuestra asistente VR — sonreía cada vez que alguien se quedaba boquiabierto al ver el muro de la ciudad elevándose cinco metros frente a nosotros.
A veces prefería mirar el agua en lugar del casco — el sol reflejándose en las ondas, una garza quieta junto a una casa flotante. Pero esas siete paradas con VR fueron como abrir trampillas hacia otro mundo. Me hizo pensar en todo lo que ha cambiado aquí, en cuántas vidas han cruzado estos canales antes que nosotros. Y sí, ahora cada vez que camino por Prinsengracht me imagino ese viejo puerto lleno de velas.
Sí, todas las áreas y superficies del tour son accesibles para sillas de ruedas.
El crucero por los canales dura aproximadamente 75 minutos de principio a fin.
Sí, una bebida está incluida en la experiencia del tour.
Sí, los bebés y niños pequeños pueden ir en cochecito o carrito a bordo.
Sí, puedes elegir audioguía en holandés o inglés durante el tour.
El tour incluye siete experiencias VR en puntos clave a lo largo de la ruta.
No, no incluye recogida en hotel; el punto de encuentro está cerca de los canales centrales.
Sí, los animales de servicio están permitidos durante el crucero por los canales.
Tu día incluye un crucero de lujo de 75 minutos por los históricos canales de Ámsterdam en un barco cerrado para mayor comodidad sin importar el clima; una audioguía en holandés o inglés; siete experiencias inmersivas de realidad virtual que muestran la vida hace 400 años; asistencia amable del personal durante todo el recorrido; y una bebida de cortesía mientras navegas junto a lugares centenarios antes de regresar a la orilla.
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