Vive la esencia de Muscat en solo medio día: recorre mezquitas impresionantes, mercados vibrantes y palacios históricos con un guía local que conoce cada rincón y leyenda.
El aire de la mañana en Muscat siempre tiene un toque salado del mar. Nuestro conductor llegó puntual, sin complicaciones, y nos dirigimos directo a la Gran Mezquita Sultan Qaboos. El mármol blanco parece brillar bajo el sol. Recuerdo que me quité los zapatos en la entrada y sentí la piedra fresca bajo mis pies. Las mujeres deben cubrirse la cabeza y los brazos; llevé un pañuelo, pero vi que tenían algunos para quienes olvidan. La sala de oración es enorme; nuestro guía nos mostró la alfombra persa hecha a mano que cubre todo el suelo. Está abierta de 8 a 11 de la mañana casi todos los días (menos viernes), así que hay que madrugar.
La siguiente parada fue Muttrah. Lo primero que te impacta es el mercado de pescado: el olor a fresco y los vendedores gritando precios. Paseamos entre puestos llenos de dátiles, especias y cosas que nunca había visto. El souq es un laberinto de tiendas pequeñas que venden joyas de plata e incienso; es fácil perderse si no vas en grupo. Probé un vasito de café omaní de un vendedor callejero—fuerte, pero te despierta al instante.
Conduciendo por la corniche rumbo al casco antiguo, pasamos por la Ópera Real para una parada rápida y fotos (el edificio moderno resalta entre todo lo demás). En el viejo Muscat nos detuvimos frente al Palacio Al Alam: su fachada azul y dorada parece casi de otro mundo bajo la luz del mediodía. No se puede entrar, pero vale la pena verlo de cerca. A ambos lados están los fuertes gemelos Jalali y Mirani; nuestro guía nos contó historias de piratas y soldados portugueses mientras tomábamos fotos desde la puerta.
El último punto fue el Museo Bait Al Zubair, pequeño pero lleno de historia omaní: espadas, trajes tradicionales e incluso modelos antiguos de dhow. Si te gusta la cultura o quieres escapar un rato del calor, es ideal (aunque cierra los viernes). Terminamos con una botella de agua fría en el coche antes de regresar. Cuatro horas pasan volando aquí: ves mucho sin sentir prisa.
Sí, las mujeres deben cubrir brazos, piernas y cabeza; los hombres pantalones largos y camisa con mangas. Si olvidas el pañuelo, te lo facilitan.
Por supuesto, los niños son bienvenidos siempre que estén acompañados por un adulto. Hay tarifas especiales para niños compartiendo con dos adultos.
No, cierra los viernes. Si tu tour es ese día, esta visita se omite o se reemplaza.
Se camina por mercados y algunos sitios, pero nada agotador; la mayoría están cerca o con fácil acceso.
Este tour privado incluye recogida y regreso al hotel o puerto en Muscat, agua embotellada para cada invitado, todas las entradas (excepto suplemento de la mezquita), transporte en coche o 4x4 según el grupo, y un guía local que comparte historias durante todo el recorrido.
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