Escalarás escaleras de acero junto a cascadas rugientes cerca de Wanaka, cruzarás puentes colgantes animado por tu guía local y disfrutarás de un almuerzo suspendido sobre el valle. Prepárate para rodillas temblorosas, risas que rebotan en la roca mojada y esa adrenalina de haber hecho algo salvaje y auténtico.
¿Alguna vez te has preguntado qué se siente colgado del costado de una montaña con el agua retumbando justo al alcance? Yo no, la verdad, hasta que llegamos a esta granja de ciervos a las afueras de Wanaka. El aire estaba fresco y puro, y nuestro guía (Sam, que creció aquí) me entregó un casco que aún olía a la lluvia de la semana pasada. Me sorprendí sonriendo al pensar que iba a escalar la vía ferrata más alta del mundo junto a una cascada. Sonaba enorme. ¿Quizá demasiado? Pero ahí estábamos, asegurándonos.
Los primeros peldaños se sintieron sencillos: el metal frío bajo mis manos, las botas rozando la roca. No se oye nada más que el agua y tu propia respiración cuando estás justo al lado de la cascada. Sam no dejaba de vigilar, soltando bromas sobre “escaladores kiwi” cada vez que alguien dudaba. Hay seis puentes que cruzar, algunos se mueven más que otros, y en un momento miré hacia abajo y noté que mis manos temblaban un poco por la altura (y quizá por la emoción). Paramos a mitad de camino para un sándwich y algo dulce; de alguna forma, la comida sabe diferente cuando estás suspendido sobre un cañón.
La subida dura unas tres horas, pero el tiempo se vuelve extraño allá arriba. A veces olvidaba lo alto que habíamos llegado hasta que miraba atrás y veía Wanaka extendida abajo, con sus carreteras diminutas serpenteando entre colinas verdes. La bajada es una caminata de 45 minutos por un sendero de montaña irregular; las piernas tiemblan al principio, pero luego se acostumbran al ritmo del crujir de la grava y al sonido lejano de ovejas. Al final mis zapatos estaban embarrados y el viento despeinaba mi pelo, pero, sinceramente, esa vista todavía me viene a la mente de vez en cuando.
La escalada dura unas 3 horas, más unos 45 minutos caminando por el sendero de bajada.
No, no se requiere experiencia previa; los guías ofrecen toda la formación y las indicaciones de seguridad.
Lleva botella de agua, snack, calzado cerrado y resistente, ropa cómoda para trekking según el clima, protección solar (sombrero/crema) y opcionalmente mochila pequeña o cámara.
Sí, durante la actividad se ofrece un sándwich y algo dulce.
La edad mínima es 12 años (con adulto si es menor de 16). Avísanos si pesas más de 100 kg o menos de 40 kg.
El tour empieza en una granja privada de ciervos a unos 20 minutos en coche desde Wanaka.
No se menciona recogida en hotel; hay opciones de transporte público cerca.
Tu día incluye todo el equipo de escalada: casco, arnés, disipador de vía ferrata, y guías locales expertos que se encargan de la formación y seguridad. También el almuerzo (sándwich y dulce) y el impuesto GST. Solo trae ganas (y un poco de valentía).
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