Recorre las montañas brumosas desde Wellington hasta Martinborough para catar vinos y almorzar en un viñedo, luego sigue por carreteras costeras salvajes para ver focas cerca de Ngawi y subir al Faro de Cape Palliser. Con historias locales y cena junto al lago Onoke, esta excursión mezcla sabores con paisajes enormes, dejándote con el pelo salado y el corazón lleno.
No esperaba que las montañas Remutaka olieran tan verdes — como musgo húmedo y aire frío, incluso a través de la ventana del coche. Nuestro guía, Steve (nacido y criado en Wellington, con mil historias), frenó en la cima para que pudiéramos disfrutarlo. El viento soplaba fuerte, casi te quitaba el sombrero. Señaló cómo las nubes se movían sobre las colinas — “Este es el típico clima de Wairarapa,” dijo sonriendo. Yo solo asentí, intentando pronunciar “Remutaka” sin equivocarme.
Primero paramos en Greytown — Schoc Chocolate está en una casita que parece sacada de un cuento. Murray, que la lleva, nos dejó probar combinaciones de chocolate que jamás habría imaginado (¿lima con chile? ¿sal marina?). Me llevé una tableta para después. Luego la tienda de quesos — la verdad, no recuerdo cuál me gustó más porque me distrajo el olor a pan recién hecho que venía de algún lado. Después, Martinborough: viñedos que se extienden hasta donde alcanza la vista, el sol en la cara, copas brindando. El almuerzo vino acompañado de un sauvignon blanc que sabía a hierba fresca de verano. Steve nos contó que antes esta zona era toda de ovejas, hasta que llegó el vino.
El camino hacia Ngawi parecía no acabar, pero en el buen sentido — carreteras vacías, ovejas por todos lados (de verdad, por todos lados), y de repente el mar y un viento que te podría tumbar. Vimos focas descansando como si fueran las dueñas del lugar; una ladró cuando nos acercamos demasiado, pero la mayoría nos ignoró. Steve nos señaló las Putangirua Pinnacles desde la furgoneta — dicen que ahí filmaron una escena de El Señor de los Anillos, pero yo estaba más pendiente del silencio extraño que había, solo roto por las gaviotas.
Los escalones para subir al Faro de Cape Palliser parecían más duros de lo que son — dicen que son 252, pero se suben rápido si paras a mitad y finges que admiras el paisaje (que es cierto). Arriba: mar por todos lados, el viento rugiendo en los oídos, nada más que las rayas rojas y blancas y esa sensación de haber llegado al límite. La cena en el Lake Ferry Hotel, después de tanto aire salado, supo mejor que nunca — fish and chips con una cerveza fría mientras todos comparaban fotos en sus móviles. Pero sigo pensando en esa vista desde arriba.
El tour dura unas 10 horas desde la recogida hasta el regreso.
Sí, incluye recogida y regreso en hotel o puerto de cruceros.
Incluye almuerzo en un restaurante de viñedo y cena en Lake Ferry Hotel.
Sí, el itinerario incluye catas en bodegas boutique de Martinborough.
Se camina una cantidad moderada, incluyendo superficies irregulares y escaleras para subir al faro.
El contenido original no especifica opciones dietéticas; contacta con el operador para más info.
Las catas de vino y una bebida en el almuerzo y la cena están incluidas para mayores de 18 años.
Visitarás la colonia permanente de focas más grande de Nueva Zelanda, cerca de Ngawi.
El tour funciona en cualquier clima; vístete para viento o lluvia.
Tu día incluye recogida y regreso en hotel o puerto, transporte en vehículo privado con comentarios en vivo de tu guía local, todas las catas en bodegas de Martinborough, almuerzo con vino en un restaurante de viñedo, degustaciones de chocolate y queso cuando estén disponibles, entrada a todas las paradas incluyendo la subida al Faro de Cape Palliser, cena en Lake Ferry Hotel con una bebida, y mucho tiempo para fotos antes de volver por la tarde.
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