Únete a un grupo pequeño en Tromso para perseguir las auroras boreales en minivan, guiado por un local que sabe dónde encontrar cielos despejados —incluso si hay que cruzar a Finlandia. Te ayudarán con la cámara, te abrigarás con ropa térmica, tomarás bebidas calientes mientras esperas y quizás contengas la respiración cuando aparezcan las primeras luces verdes sobre ti.
Lo primero que recuerdo es el sonido: las botas crujiendo sobre la grava helada frente al Radisson Blu en Tromso, y luego una risita nerviosa de alguien más en el grupo mientras entrábamos al office para nuestro tour en minivan tras las auroras. Nuestro guía, Erik, ya estaba dentro, ajustando un trípode. Nos enseñó cómo preparar las cámaras para captar la aurora (yo casi me rindo tras presionar tres botones), pero fue paciente. El aroma a café era más intenso de lo que esperaba —quizás los nervios lo hacían más fuerte.
Nos abrigamos con gruesos overoles y botas (la verdad, parecía ridículo, pero todos igual) y subimos a la minivan —éramos solo ocho. Erik revisó el clima en su móvil una vez más antes de salir de Tromso. Dijo que a veces van hasta Finlandia si el cielo está más despejado allá, lo que sonaba loco pero también tranquilizador. El viaje fue tranquilo, salvo por charlas ocasionales; alguien intentó adivinar de qué color serían las luces esa noche. Paramos una vez para que Erik mirara el cielo —aún nada, solo aire frío y ese olor a nieve limpia.
Cuando finalmente aparcamos cerca de Sommaroy, ya estaba tan oscuro que mi aliento sonaba más fuerte de lo normal. Esperamos con tazas de té caliente y muffins (¿de arándanos? Creo que sí). De repente, Erik señaló hacia arriba —ahí estaba: cintas verdes empezando a bailar sobre nosotros. No fue algo dramático al principio; más bien como si despertara despacio. Me temblaban las manos intentando hacer una foto, pero Erik me ayudó a estabilizar la cámara. Aún recuerdo ese momento cuando todo quedó en silencio salvo por algunos suspiros del grupo —ya nadie pensaba en fotos perfectas.
Cada minivan lleva 8 pasajeros; en noches concurridas pueden operar hasta 4 minivans.
La recogida es justo en la entrada principal del hotel Radisson Blu en Tromso.
Sí, todos reciben overoles y botas térmicas para el tour.
No, los guías te ayudan con tu cámara o toman fotos por ti y te las envían por email.
Durante la espera ofrecen café, té y muffins.
La excursión dura unas 6 horas cada noche.
Depende del clima; los guías eligen cada noche el mejor lugar, pero no garantizan avistamientos.
Sí, es de nivel fácil y apto para la mayoría, salvo quienes tengan problemas cardiovasculares graves.
Tu noche incluye recogida en el Radisson Blu Hotel de Tromso, guía para ajustar la cámara (aunque no tengas una), overoles y botas térmicas para usar, un paseo en minivan con grupo pequeño buscando cielos despejados (a veces hasta Finlandia), además de café, té y muffins mientras esperas bajo las estrellas —y las fotos te las envían directo por email.
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