Zarparás desde Tromsø hacia aguas árticas para una noche persiguiendo auroras lejos de las luces de la ciudad, disfrutarás de cena y relatos con guías locales, y despertarás rodeado de ballenas justo fuera de tu ventana. Con todas las comidas incluidas y guía experta, esta es una experiencia única que recordarás mucho tiempo después de volver a casa.
“Ya es momento de salir,” nos avisó nuestro guía — yo estaba a mitad de mi postre, pero me puse la chaqueta y subí rápido a la cubierta. El frío me mordía las mejillas, pero apenas lo sentí cuando levanté la vista. El cielo sobre el fiordo estaba... vivo. Cintas verdes que se enroscaban sobre nosotros, casi en silencio salvo por una risa ahogada y el suave zumbido del barco. Intenté sacar una foto pero desistí; en la pantalla no parecía real. Li (nuestro guía) nos habló de la Zona Oval Auroral — yo solo medio escuchaba porque estaba hipnotizado mirando. ¿Sabes a qué me refiero?
Más tarde, en el salón panorámico, alguien me pasó una bebida caliente mientras escuchábamos una charla sobre las auroras boreales — resulta que en sami tienen una palabra para ellas que no se parece en nada a lo que esperaba (Li se rió cuando intenté pronunciarla). Mi cabina se sentía sorprendentemente acogedora después de tanto aire libre; si apoyabas la oreja en la pared, podías oír el agua rozando el casco. Dormir en un barco es distinto — como mecerse en una mano gigante. Me desperté temprano, sin saber por qué, y asomé por la escotilla justo cuando el cielo empezaba a tornarse gris azulado.
Y entonces — ballenas. No de inmediato, pero lo suficiente pronto como para que el desayuno se enfriara mientras todos salíamos con binoculares y tazas de café. Los guías señalaban cuáles eran jorobadas (yo las confundía todo el rato), y hubo un momento en que una salió a la superficie tan cerca que se veía su aliento suspendido en el aire antes de sumergirse de nuevo. El aire olía a sal y un toque metálico, no desagradable — más bien fresco y limpio.
Todavía recuerdo esa vista desde la cubierta: montañas con nieve deslizándose en cámara lenta, todos en silencio por primera vez salvo por el clic demasiado fuerte de alguna cámara. Almorzamos antes de regresar a Tromsø; nadie quería volver a bajar después de haber visto las ballenas tan cerca. El viaje terminó alrededor de las 7PM, pero honestamente se sintió mucho más largo que 24 horas — para bien.
El crucero dura aproximadamente 24 horas, saliendo por la tarde y regresando sobre las 7PM del día siguiente.
Sí, están incluidas la cena, desayuno, almuerzo, café, té y snacks a bordo.
No se menciona recogida en hoteles; el check-in es en Tromsø Havn Prostneset antes de zarpar.
Sí, habrá guías expertos y un equipo profesional de expedición durante todo el viaje.
Contarás con una cabina con vista al mar para descansar durante la noche en el crucero.
Es muy probable, pero no garantizado; los guías ayudan a localizar ballenas en zonas conocidas.
Se proporcionan trajes térmicos de flotación; viste ropa abrigada y lleva tus esenciales personales.
El check-in es en Norwegian Travel Shop, Samuel Arnesens gate 5, antes de embarcar a las 7PM.
Tu viaje incluye crucero ida y vuelta desde Tromsø con todas las comidas: cena en restaurante ártico, desayuno y almuerzo, además de café, té y snacks durante el día. Tendrás una cabina con vista al mar para pasar la noche, traje térmico de flotación para estar cómodo en cubierta, persecución guiada de auroras con charlas expertas en el salón panorámico, avistamiento de ballenas con guías profesionales que te contarán sobre la vida marina antes de regresar al puerto.
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