Te adentrarás en el Trollfjord de Lofoten en un barco híbrido eléctrico silencioso desde Svolvær, con una tripulación local que comparte historias mientras avistas águilas y ves el fondo marino con un dron. Sentirás la calma en cubierta, el sabor a sal en el aire y volverás con recuerdos tranquilos que se quedan dentro.
Te bajas del muelle en Svolvær y todo está... en silencio. No vacío, sino ese silencio suave de una mañana noruega donde hasta las gaviotas parecen medio dormidas. Subimos al barco de Brim Explorer (que más parece una nave espacial que un barco), y recuerdo tocar la barandilla: metal frío y un poco húmedo. Nuestro guía, Erik, sonrió y nos dijo que estuviéramos atentos a los águilas de cola blanca cuando nos acercáramos al Trollfjord. Tenía esa forma de hablar de Lofoten que lo hacía parecer salvaje y acogedor a la vez.
El motor híbrido eléctrico hacía que casi no se oyera nada mientras navegábamos fuera del puerto, solo pasos amortiguados y alguien desenrollando despacio un bollo de canela. Las paredes del fiordo empezaron a cerrarse tras una hora. Es curioso cómo el silencio te hace notar todo: la sal en el aire, la luz reflejándose en la roca mojada, ese instante de calma cuando todos ven un águila volando arriba. Erik me pasó unos prismáticos, pero la verdad es que estaba demasiado distraído mirando para usarlos bien.
Cuando llegamos a Raftsundet lanzaron un dron submarino, algo que no esperaba. Ver esas medusas raras flotando en la pantalla mientras estábamos en cubierta fue casi surrealista. Una pareja a mi lado discutía (de forma tranquila) sobre qué tipo de pez veíamos; Erik solo se encogió de hombros y dijo “nadie sabe bien qué hay ahí abajo”. Dentro vendían bebidas calientes, pero me quedé fuera hasta que se me entumecieron los dedos porque no podía dejar de mirar esos acantilados. De vuelta, la gente estaba más callada, no aburrida, sino pensativa, supongo que por todo ese espacio alrededor.
El crucero dura aproximadamente una hora en cada trayecto entre Svolvær y Trollfjord.
Sí, puedes comprar bebidas y comida local durante el crucero.
Sí, el barco cuenta con baños para los pasajeros.
Sí, tanto el transporte como las instalaciones son accesibles para sillas de ruedas.
Es posible avistar águilas de cola blanca volando sobre Trollfjord durante el crucero.
No, la salida es desde el puerto de Svolvær y no incluye recogida en hotel.
Sí, los bebés y niños pequeños pueden ir en cochecito o silla de paseo a bordo.
Sí, hay opciones de transporte público cerca del puerto de Svolvær.
Tu día incluye todas las tasas y cargos, además de acceso a WiFi durante el crucero híbrido eléctrico silencioso de Svolvær a Trollfjord y regreso. Hay baños disponibles para tu comodidad y podrás comprar comida y bebida mientras te relajas o ves imágenes submarinas en directo desde el dron, si el tiempo lo permite.
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