Si quieres ver flamencos en su hábitat, probar dulces locales, conocer la industria de la sal en Namibia y disfrutar de las focas en una península azotada por el viento, todo con un guía experto que conoce cada rincón escondido, este tour de día completo a Sandwich Harbour es para ti.
Empezamos justo después del amanecer, con el aire fresco y un toque salado del Atlántico que se colaba en nuestras chaquetas mientras esperábamos a nuestro guía junto al puerto. Él conocía todos los atajos para salir de la ciudad y nos señalaba a los pelícanos dormilones que aún se agrupaban en los muelles. El camino hacia la laguna de Walvis Bay fue corto, pero ya se escuchaba el murmullo lejano de las aves antes de bajarnos del vehículo.
Parados junto a la laguna, nunca había visto tantos flamencos juntos: cientos, quizá miles, caminando en aguas poco profundas que brillaban en tonos rosados con la luz de la mañana. Nuestro guía nos contó cómo este lugar atrae a observadores de aves de todo el mundo. En el aire se mezclaba un leve olor a salmuera con algo dulce que venía de un vendedor cercano que ofrecía koeksisters, esos pasteles pegajosos típicos. Nos llevamos unos cuantos para el camino.
La siguiente parada fue la mayor salina de Namibia. Imposible no verla: montañas de sal blanca que parecían nieve en medio del desierto. Nuestro guía explicó cómo extraen la sal del agua de mar; de hecho, gran parte de África austral obtiene su sal de mesa aquí. Es un paisaje curioso, a la vez industrial y hermoso.
Luego llegó mi parte favorita: adentrarnos en el desierto de Namib. Las dunas parecían infinitas y llenas de vida; a veces veías un springbok correr entre ellas o una resistente welwitschia aferrándose a la vida en un lugar donde nada más crece. El sol empezó a apretar al mediodía, pero nuestro 4x4 con aire acondicionado hizo que explorar fuera cómodo y sin sofocarnos.
Terminamos en la península de Pelican Point. El viento se levantó y antes de verlas ya se escuchaban las focas ladrando; una colonia entera se extendía sobre las rocas negras, algunas saltando al mar. Era un lugar salvaje y apartado, pero también lleno de paz. De regreso en el malecón de Walvis Bay, me di cuenta de que casi no había mirado el móvil en todo el día.
¡Sí! Muchas familias nos acompañan. Solo ten en cuenta que los niños pequeños deben estar cómodos con caminos irregulares y la observación de animales.
Lo ideal es llevar protector solar, gafas de sol, zapatos cómodos y una chaqueta ligera para la mañana. Nosotros proporcionamos bebidas y snacks.
Generalmente sí, en la laguna de Walvis Bay hay flamencos durante todo el año, con mayor cantidad entre octubre y abril.
No se sirve almuerzo completo, pero ofrecemos snacks y bebidas durante el día. ¡Puedes traer algo extra si quieres!
Tu día incluye permisos para el parque, snacks (como pasteles locales), agua embotellada, refrescos o una cerveza fría si quieres, transporte cómodo con aire acondicionado, y un guía que se encarga de todo para que solo disfrutes el paseo.
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