Vuela en helicóptero privado sobre la costa de Montenegro, pasando por el casco antiguo de Budva, la isla Sveti Stefan, el Lago Skadar y la bahía de Boka, mientras un piloto local comparte historias en el camino. Prepárate para ver colores cambiantes en el agua, risas por los auriculares y nuevas perspectivas de lugares que creías conocer, con toda la organización incluida.
“¿Eso es realmente Sveti Stefan allá abajo?” grité por el intercomunicador, pero nuestro piloto solo sonrió y bajó un poco el morro para que pudiéramos ver mejor la isla. El Adriático se veía de un azul verdoso extraño, casi irreal. Habíamos despegado de la playa Jaz hace unos diez minutos, aunque perdí la cuenta, y ya sentía que había dejado mi vida cotidiana muy lejos. Mi amigo no paraba de señalar los diminutos tejados rojos del casco antiguo de Budva, intentando hacer fotos a través del reflejo de la ventana. El viento aquí arriba era más suave de lo que esperaba, solo un murmullo en mis auriculares y algún que otro crujido cuando girábamos.
Nuestro guía (¿Milo? ¿Miro? Nunca lo tuve claro) tenía una forma especial de contar historias de cada lugar mientras volábamos: como Virpazar en el Lago Skadar, famoso por su estofado de carpa. Intenté distinguir los pequeños barcos que mencionaba, pero todo parecía de juguete desde esta altura. Cuando sobrevolamos los viñedos de Plantaže cerca de Podgorica, se rió y dijo algo sobre que el vino montenegrino “es tan fuerte que podría aterrizar un helicóptero”. El sol daba justo en el agua alrededor de la bahía de Kotor, creando destellos plateados por todos lados, y por un instante parecía que el tiempo se detenía. O tal vez eso pasa cuando flotas por encima de todo.
No esperaba sentir tanta calma allá arriba. Al principio tenía las manos sudadas (no soy fan de las alturas), pero luego todo fue paz, como ver una película ajena, solo que podías oler el aire salado y escuchar tu propio corazón. Hubo momentos en que Milo señalaba alguna fortaleza o isla y yo asentía como si entendiera, pero la mayoría del tiempo solo intentaba absorber todo antes de aterrizar de nuevo en la playa Jaz. Todavía me viene a la mente esa vista de las murallas de Budva curvándose hacia el mar, ¿sabes?
Puedes elegir entre rutas de 30 o 50 minutos según tu preferencia.
Los vuelos salen desde Podgorica o la playa Jaz, según la ruta que elijas.
Verás el casco antiguo de Budva, Sveti Stefan, Lago Skadar, el pueblo de Virpazar, los viñedos de Plantaže y la bahía de Boka.
Un piloto autorizado vuela contigo y cuenta historias locales sobre cada punto de interés durante el vuelo.
El tour incluye toda la organización, pero no menciona recogida en hoteles específicamente.
Sí, la experiencia es adecuada para cualquier nivel de condición física.
Tu día incluye un vuelo privado en helicóptero con un piloto autorizado que comparte historias durante el recorrido; toda la organización está cubierta para que solo tengas que presentarte en Podgorica o la playa Jaz listo para volar, sin preocuparte por logística extra.
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