Recorre la bahía de Boka con un guía local, nada en la famosa Cueva Azul de Montenegro y visita la isla de Nuestra Señora de las Rocas, donde cada piedra guarda una leyenda. Con bebidas gratis a bordo y tiempo para disfrutar las vistas o charlar con locales, te llevarás recuerdos que perduran mucho después de quitarte la sal.
Lo primero que me llamó la atención fue cómo la luz se reflejaba en el agua de la bahía de Boka — no solo azul, sino un plateado cambiante que me hizo entrecerrar los ojos y reírme por haber olvidado las gafas de sol. Nuestro guía, Marko, nos saludó con una sonrisa como si fuéramos viejos amigos. Repartió bebidas frías (yo elegí un zumo local, aunque algunos optaron por cervezas) y señaló pequeñas barcas de pesca que se mecían cerca de la orilla. El aire olía a sal, pero también a pino, desde las colinas que teníamos detrás. No podía dejar de pensar: esto es Montenegro, justo aquí.
Navegamos junto a pueblos que parecían sacados de un cuadro, con muros de piedra y tejados rojos. Marko nos contó historias sobre la bahía — decía que es una de las 25 más bonitas del mundo, algo que parecía exagerado hasta que ves cómo el mar se funde con esas montañas. Cuando paramos cerca de la isla Mamula (la llamó “el Alcatraz de Montenegro”, lo que me hizo soltar una carcajada), no pudimos bajar porque ahora es un resort exclusivo, pero la sola vista de su forma redonda emergiendo de la nada ya valía la pena. Alguien intentó hacerse un selfie y casi se le cae el móvil — Marko lo atrapó con una mano sin perder la sonrisa.
El momento estrella fue nadar en la Cueva Azul. Había visto fotos antes, pero no esperaba ese azul eléctrico bajo los pies — como si alguien hubiera encendido una lámpara submarina. El agua estaba fría al principio; luego te acostumbras y no quieres salir. Hubo un instante en que todos nos quedamos en silencio dentro de la cueva, solo se oían nuestros chapoteos y los ecos rebotando en las paredes de roca. Aún recuerdo ese silencio.
De regreso, hicimos una parada en Nuestra Señora de las Rocas — una pequeña isla artificial con una iglesia construida piedra a piedra durante siglos (Marko contó que los pescadores la empezaron tras encontrar un icono allí). Las campanas sonaron al acercarnos; no soy religioso, pero ese sonido me hizo sentir en tierra firme después de tanto mar abierto. Paseamos un rato antes de volver al puerto, con la piel quemada por el sol y el corazón lleno — o tal vez solo cargados de aire salado y recuerdos.
Sí, nadar dentro de la Cueva Azul de Montenegro está incluido en este tour.
Sí, harás una parada en la isla de Nuestra Señora de las Rocas para explorar.
Sí, durante el paseo en barco se ofrecen bebidas gratis.
El barco tiene capacidad para hasta 10 personas por reserva grupal.
No se menciona recogida en hotel; los detalles del punto de encuentro se facilitan tras reservar.
Sí, los bebés pueden participar pero deben ir en el regazo de un adulto durante el trayecto.
Sí, los animales de servicio están permitidos en este tour.
No, no incluye almuerzo; solo se ofrecen bebidas durante el paseo.
Tu día incluye un paseo privado en barco por la bahía de Boka con un guía local amable, paradas para nadar en la Cueva Azul y explorar la isla de Nuestra Señora de las Rocas, además de bebidas gratis a bordo para que puedas relajarte entre aventuras antes de regresar juntos al puerto.
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