Sumérgete en el mundo de las abejas mayas en Valladolid: baja a un cenote seco con abejas sin aguijón, recorre senderos en la selva aprendiendo sobre plantas nativas, abre colmenas en el meliponario, degusta mieles únicas y comparte un desayuno o comida con tus anfitriones. Una experiencia suave pero sorprendente que recordarás cada vez que pruebes miel en casa.
Lo primero que me llamó la atención fue el aroma: terroso, un poco dulce, casi como hojas mojadas después de la lluvia. Acabábamos de bajar a este cenote seco cerca de Valladolid, y Jorge, nuestro guía, ya señalaba unas pequeñas abejas silvestres que revoloteaban por las paredes de piedra. “No pican”, nos dijo, solo sienten curiosidad. Me sorprendió el silencio dentro de esa bóveda, solo interrumpido por el suave zumbido y la voz de Jorge rebotando en la roca. Me pasó un trozo de cera para tocar; era más suave de lo que imaginaba, casi tibia por el sol.
Salir de nuevo a la luz del sol fue como despertar de una siesta. Seguimos un sendero estrecho entre la selva baja mientras Dianela nombraba plantas en español y maya. Intenté repetir una (“tzalam” creo), aunque seguro la dije mal. Ella se rió igual. El aire olía intenso a hojas verdes y a algo floral que no pude identificar. En el meliponario vimos las colmenas de cerca; abrir una fue una experiencia casi íntima. La estructura interior parecía sacada de un cuento, como pequeñas ciudades doradas hechas por fantasmas. Hubo un momento en que todos nos quedamos en silencio, fascinados viendo a las abejas trabajar. No esperaba sentir tanta... ¿respeto? No sé si esa es la palabra correcta.
Probamos tres tipos de miel (una tenía un toque cítrico y casi ácido), además de un poco de polen que se me pegó a los dientes de forma agradable. La comida fue poc chuc bajo un palapa: cerdo ahumado con tortillas y agua de fruta que sabía a lima y algo más que aún no logro identificar. La familia que lleva Xkopek se sentó un rato con nosotros, contándonos cómo sus abuelos ya cuidaban abejas. Al final hay una tiendita, sin presión para comprar, solo frascos alineados en estantes de madera, cada uno con un color distinto.
El tour dura entre 2 y 3 horas, incluyendo caminatas, degustaciones y tiempo para comer.
Sí, verás varias especies de abejas nativas sin aguijón, muy importantes para la cultura maya.
Puedes elegir entre opciones tradicionales de comida como poc chuc o desayunos como quesadillas u omelets.
No, las abejas nativas que conocerás no tienen aguijón y son seguras para observar de cerca.
El tour es en Xkopek, cerca de Valladolid, un proyecto familiar maya de apicultura con cenote seco y meliponario.
No se menciona traslado desde hoteles; hay opciones de transporte público cerca.
Los bebés deben ir en brazos de un adulto; se requiere condición física moderada por las caminatas y escaleras.
Usa calzado cerrado cómodo para caminar y repelente de mosquitos orgánico, recomendado por los guías.
Tu visita incluye entrada al cenote seco de Xkopek cerca de Valladolid, caminatas guiadas por senderos en la selva, exploración práctica de colmenas en el meliponario, degustación de varias mieles y productos de la colmena, además de tu elección de desayuno o comida tradicional con agua de fruta, y tiempo para visitar su pequeña tienda antes de partir.
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