Si buscas una aventura de verdad—nadar bajo cascadas, explorar templos mayas milenarios y escuchar historias de locales que conocen cada rincón—esta excursión lo reúne todo en un solo día. Tendrás tiempo para relajarte junto a pozas turquesas y caminar entre ruinas que aún guardan secretos.
Las mañanas en Chiapas comienzan temprano—nuestra van arrancó justo cuando la niebla se levantaba de las colinas. El camino hacia Agua Azul serpentea entre la selva espesa y pequeños puestos donde los locales venden tamales envueltos en hojas de plátano. Cuando finalmente llegamos a las cascadas, se escuchaban antes de verse—un rugido profundo que resonaba entre los árboles. Las pozas son realmente de ese azul, casi irreal contra tanto verde. Algunos del grupo se lanzaron al agua; yo solo mojé los pies y observé a los niños persiguiéndose entre las rocas mientras un vendedor cercano repartía rodajas de mango con chile en polvo.
Luego fuimos a Misol-Ha. Está a solo media hora, pero parece otro mundo—una cortina alta de agua cayendo en una poza redonda, rodeada de enredaderas y aves que cantan arriba. Nuestro guía, Luis (nacido y criado aquí), nos mostró un sendero estrecho detrás de la cascada donde puedes caminar justo dentro del rocío—te empapas en segundos, pero vale la pena por el aire fresco en la cara después del calor afuera.
Palenque está escondido en la selva. Caminamos mientras los monos aulladores se escuchaban desde algún lugar arriba al entrar al sitio. El Templo de las Inscripciones es imponente de cerca; Luis explicó cómo encontraron la tumba de Pakal dentro, lo que cambió la visión sobre los gobernantes mayas. Subimos parte del Templo de la Cruz—las vistas se extienden sobre un dosel verde infinito—y también visitamos la tumba de la Reina Roja. Hay algo de calma en este lugar, incluso con otros visitantes; te sientes pequeño junto a estas piedras antiguas cubiertas de musgo.
Puedes nadar en Agua Azul si las condiciones lo permiten—es opcional y las zonas seguras están señalizadas. En Misol-Ha, también es posible nadar, pero depende del nivel del agua.
¡Sí! La excursión es familiar y apta para la mayoría de niveles físicos. Los cochecitos o carriolas son bienvenidos para los más pequeños; los guías ayudan a que todos se sientan cómodos.
Tendrás tiempo suficiente para explorar los templos principales como el Templo de las Inscripciones, la tumba de la Reina Roja y más—con explicaciones de tu guía.
Lleva calzado cómodo (se pone lodoso), traje de baño si quieres nadar, protector solar, repelente de insectos y quizá algunos pesos para snacks o souvenirs en el camino.
Tu boleto incluye la entrada a todos los sitios, agua embotellada durante todo el día (créeme, la necesitarás), transporte cómodo con aire acondicionado entre paradas, además de un guía local que conoce cada atajo y historia que vale la pena escuchar.
¿Necesitas ayuda para planear tu próxima actividad?