Vuela en globo sobre Teotihuacan al amanecer, desayuna dentro de una cueva real, prueba sabores locales y recorre avenidas antiguas con un guía experto. Desde la recogida en hotel en CDMX hasta el brindis con vino espumoso al aterrizar, cada detalle está pensado para que solo disfrutes momentos que te quedan para siempre.
Casi no recuerdo el camino saliendo de Ciudad de México — aún estaba oscuro cuando nos recogieron (creo que fue más cerca de las 4:30am que de las 5), y solo me quedé viendo las luces de la ciudad parpadear por la ventana. Para cuando llegamos a Teotihuacan, había un silencio extraño, como si todos supieran que algo grande estaba por pasar. Nuestra guía, Ana, nos ofreció café y galletas en una terraza mientras el equipo preparaba los globos aerostáticos. Olía a aire frío de la mañana mezclado con pan dulce. No paraba de mover la cámara, pero la verdad, nada te prepara para ese primer instante cuando el globo despega.
El vuelo en sí — impresionante. Flotas justo sobre las pirámides del Sol y la Luna, viendo cómo la Calzada de los Muertos se extiende abajo bañada en una luz dorada suave. Hay un silencio allá arriba que parece demasiado grande para describirlo con palabras. Intenté buscar gente en el suelo pero se veían como puntitos diminutos. Cuando aterrizamos (fue más suave de lo que esperaba), alguien descorchó una botella de vino espumoso y Ana nos entregó unos certificados — un poco cursis, pero también muy chulos. Mis manos todavía temblaban de la emoción.
Después nos llevaron a un restaurante escondido dentro de una cueva natural para desayunar. Las paredes eran rugosas y frescas al tacto; todo resonaba un poco cuando la gente reía. Probamos platillos locales — chilaquiles con salsa verde, pulque si querías (yo sí; no sé si lo pediría otra vez, pero bueno). Nuestro mesero nos contó que la familia lleva generaciones manejando el lugar. Es fácil olvidar lo antiguo que es todo hasta que literalmente estás comiendo bajo tierra.
Más tarde visitamos una cooperativa artesanal donde nos mostraron cómo tallan obsidiana y nos dejaron probar bebidas hechas de maguey — una de ellas picaba al bajar, pero en buen sentido. Luego vino el tour por Teotihuacan con nuestra guía local, que logró hacer que todas esas piedras cobraran vida con historias de dioses, rituales y mercados que antes bullían justo donde estábamos. El sol ya estaba alto; sentí el polvo pegándose a mi bloqueador. Sigo pensando en esa vista desde arriba — no es algo que se olvida fácil.
La recogida en Ciudad de México es entre las 4:20am y 5:00am, según tu ubicación.
Sí, el desayuno está incluido en un restaurante dentro de una cueva natural cerca de Teotihuacan.
El vuelo dura entre 40 y 50 minutos, dependiendo del clima.
Sí, un guía local bilingüe acompaña el recorrido cultural dentro del sitio arqueológico.
Antes del vuelo te ofrecen café y galletas, además de degustaciones de bebidas típicas en una cooperativa artesanal.
Sí, hay paquetes de fotos disponibles para comprar después del vuelo por un costo extra.
Sí, te llevan de vuelta al punto original de recogida o a otro lugar acordado en CDMX.
Tu día incluye recogida temprano en hotel en Ciudad de México (si eliges esta opción), café y galletas antes de volar en globo sobre las pirámides de Teotihuacan al amanecer, brindis con vino espumoso al aterrizar, desayuno en un restaurante dentro de una cueva natural con platillos regionales, visitas guiadas bilingües incluyendo talleres artesanales con degustaciones, transporte en vehículo con aire acondicionado, agua embotellada durante todo el recorrido y regreso seguro al tráfico de la ciudad por la tarde o cuando estés listo para tu siguiente aventura.
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