Disfruta un vuelo en globo al amanecer sobre Teotihuacan, un desayuno en una cueva con vistas a las pirámides, degustaciones en un taller artesanal y tiempo para explorar las ruinas, todo con transporte cómodo desde CDMX. Una experiencia que combina aventura y sabor local auténtico.
“¡Mira eso!” susurró alguien mientras el primer globo comenzaba a inflarse, sus colores brillando con el sol de la mañana. Apenas habíamos terminado nuestro café cuando los quemadores rugieron—calor en mi rostro, aire fresco rozando mis manos. El equipo se movía rápido, las cuerdas tensas, y de repente estábamos subiendo a la canasta mientras el piloto daba instrucciones breves en español e inglés.
El despegue fue suave pero emocionante; abajo, Teotihuacan se desplegaba como un mapa gigante. La Pirámide del Sol brillaba dorada con la luz matutina, y ya se veían pequeñas figuras subiendo sus escaleras. El viento marcaba nuestro rumbo—a veces nos acercábamos tanto que podía ver perros corriendo entre los campos, otras veces flotábamos tan alto que todo parecía un juego de miniaturas. Nuestro guía señalaba antiguos canales y contaba historias sobre los constructores de la ciudad mientras yo intentaba absorberlo todo.
El aterrizaje fue una sorpresa—un momento planeábamos en silencio y al siguiente estábamos tocando tierra en un campo donde los locales saludaban desde sus camionetas. Tras un brindis con vino espumoso (el piloto incluso recitó una pequeña bendición), regresamos para desayunar dentro de una cueva convertida en restaurante. El aroma a tortillas me llegó antes de sentarme; había de todo, desde huevos con nopales hasta fruta fresca en el buffet. Más tarde, en un taller cercano, aprendimos cómo se hacen artesanías de obsidiana y probamos pulque y mezcal—sinceramente más fuerte de lo que esperaba.
Después tuvimos tiempo libre para recorrer la zona arqueológica. Pasando por vendedores que ofrecían silbatos de jaguar y sombreros tejidos, subí un tramo de la Pirámide de la Luna solo para sentarme y ver a las familias haciendo picnic abajo. Ya entrada la tarde, nuestro conductor nos esperaba justo donde dijo para regresar a Ciudad de México—cansados pero felices, con polvo aún en los zapatos.
El vuelo en globo suele durar entre 40 y 60 minutos, según las condiciones del viento ese día.
Sí, tras aterrizar disfrutarás de un desayuno buffet dentro de un restaurante en una cueva cerca de las pirámides.
No, el transporte ida y vuelta desde Ciudad de México está incluido en la reserva de este tour.
Sí, tendrás alrededor de dos horas libres para explorar la zona arqueológica de Teotihuacan tras el desayuno y la visita al taller artesanal.
Tu día incluye transporte ida y vuelta en vehículo con aire acondicionado desde Ciudad de México y todas las actividades: vuelo en globo sobre Teotihuacan (con charla de seguridad), brindis con vino espumoso al aterrizar, desayuno buffet en un restaurante dentro de una cueva con vista a las pirámides, entrada a un taller artesanal con degustación de pulque y mezcal, y tiempo libre para recorrer la zona arqueológica antes de regresar—todo organizado para que solo te relajes y disfrutes cada instante.
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