Comienza en el centro antiguo de Puerto Vallarta, toma transporte local y camina por senderos en la selva hasta la diminuta Playa Colomitos. Nada o haz snorkel en calas tranquilas con guía y equipo incluidos, disfruta un almuerzo en Playa las Ánimas y regresa en barco por la Bahía de Banderas. Un recuerdo de playas solitarias que queda para siempre.
Lo primero que recuerdo es el ruido de los autobuses pasando por la Zona Romántica, viejitos jugando a las cartas en la acera y una mujer vendiendo mango con chile. Nos subimos apretados al camión local, mientras nuestra guía Ana charlaba rápido con el conductor en español. Veinticinco minutos después, bajamos en un pueblo pesquero que olía a sal y tortillas fritas. Era como si hubiéramos escapado un rato del bullicio de la ciudad.
El sendero comenzaba junto al río, adentrándose en la selva espesa. Mi camiseta se pegó a la espalda al instante (la humedad aquí no perdona), pero Ana nos distraía señalando alguna planta —¿hoja santa?— que los locales usan para tamales. La primera subida fue corta pero me dejó sin aliento; creo que debería caminar más en casa. Al llegar a Playa Colomitos —una pequeña franja de arena dorada— me reí en voz alta por lo chiquita que era. Ana dijo que es la playa más pequeña de México, y sí, seguro podrías ponerla en tu sala si movieras el sofá.
Después de nadar (el agua es tan clara que ves tus dedos aún flotando), dejamos atrás a los que solo buscaban selfies y seguimos caminando. Las siguientes playas estaban vacías, salvo un pescador arreglando su red, que nos saludó con la mano pero no dijo mucho. En una cala, Ana repartió los snorkels; no soy experto, pero logré ver peces azul brillante nadando entre las rocas. El agua salada siempre me pica la nariz, pero me encanta esa sensación.
El almuerzo no está incluido, pero paramos en Playa las Ánimas donde todos pidieron mariscos —para mí, tacos de camarón, todavía calientes. El regreso en barco fue ruidoso y movido; el agua me salpicaba la cara y simplemente lo disfruté, porque después de tanto caminar, se sentía bien sentarse y ver cómo Puerto Vallarta se acercaba de nuevo. Todavía recuerdo esa vista sobre la bahía cuando el sol empezaba a bajar, no era el atardecer aún, solo una luz suave sobre el agua. Eso fue lo que más me sorprendió.
La caminata hasta Playa Colomitos toma unos 40 minutos desde el punto de inicio cerca de Puerto Vallarta.
Sí, el uso del equipo de snorkel está incluido durante el tour.
El tour empieza en la Zona Romántica, el centro histórico de Puerto Vallarta.
No, el almuerzo no está incluido, pero hay tiempo para comprar mariscos u otros platillos en Playa las Ánimas.
La edad mínima para participar es de 10 años.
No hay recogida en hotel; el punto de encuentro es en Zona Romántica y se usa transporte público con la guía.
Los pasajeros de cruceros pueden unirse, pero deben verificar los horarios locales y del barco para coordinar bien.
Este tour no se recomienda para personas con lesiones en la columna o problemas cardiovasculares; se requiere condición física moderada.
Tu día incluye encuentro con la guía en Zona Romántica, transporte público hasta el inicio del sendero, caminata guiada por senderos selváticos y playas escondidas, uso de equipo de snorkel en calas secretas si las condiciones lo permiten, y un paseo en barco panorámico por la Bahía de Banderas. Solo cubres tu almuerzo en Playa las Ánimas antes de regresar con la piel salada y una sonrisa.
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