Playa del Carmen: Tour en Buggy por la Selva y Nado en Cenote

Resumen

Conduce un buggy por la selva de la Riviera Maya y refréscate en un cenote

Vive la emoción de manejar tu propio buggy por senderos reales de la selva maya cerca de Playa del Carmen, sumérgete en un cenote natural con equipo de snorkel incluido, comparte risas con tu guía y compañeros mientras disfrutan snacks, y vuelve con barro en los zapatos y una historia nueva para contar.

¿Cómo es la experiencia?

Lo diré sin rodeos: no esperaba ensuciarme tanto tan rápido. En cuanto subimos a nuestro buggy CAN AM a las afueras de Playa del Carmen, sentí ese olor a tierra mojada, dulce y fresco, casi como lluvia sobre hojas. Nuestro guía, Diego, sonrió y nos dijo algo sobre “disfrutar el desorden”. Hablaba español e inglés (y un poco de francés para una pareja de Lyon), pero sobre todo se reía cuando pisamos el primer charco y yo gritaba más que mi pareja. La selva aquí se siente viva de una forma que no se capta en fotos: el zumbido de las cigarras, destellos de verde por todos lados, y la luz filtrándose entre las ramas.

La ruta en buggy es una aventura — tan movida que me vibraban los dientes (si tienes problemas de espalda, quizá mejor evita esta parte). Paramos varias veces porque Diego veía algún pájaro o planta rara y nos llamaba. En un momento me dio una fruta que nunca había probado; tenía un sabor ácido, casi cítrico. La palabra clave para este tour es “tour en buggy selva Playa del Carmen”, pero en realidad es mucho más que eso: es salir de tu zona de confort. Hubo un instante en que nos quedamos en silencio junto a la entrada del cenote, recuperando el aliento y escuchando el goteo del agua en lo profundo.

Nadar en ese cenote fue impresionante. Al principio el frío te sorprende, pero luego llega una calma absoluta, solo se escucha el chapoteo de nosotros. La luz entraba azul-verde por la abertura arriba, haciendo que todo bajo el agua pareciera mágico (sé que suena cliché, pero es verdad). Diego me pasó unas gafas para ver los pececitos que nadaban entre mis pies. Después nos sentamos en unas rocas cálidas a comer algo — nada elaborado, solo fruta fresca y agua fría — pero sabía a gloria después de tanta adrenalina.

No dejo de pensar en cómo Diego bromeaba mientras regresábamos a Playa del Carmen, todos mojados y felices, sacando barro de los zapatos. No fue nada preparado ni perfecto; simplemente se sintió auténtico. Si buscas una excursión desde Playa del Carmen que te sacuda un poco (en todos los sentidos), este tour en buggy por la selva es justo lo que necesitas.

Itinerario paso a paso

Día 1 — Tour en buggy por la selva y nado en cenote

• Conduce un buggy CAN AM por la selva
• Explora la selva maya con el guía
• Descubre la flora y fauna local
• Nada en un cenote

Preguntas frecuentes

¿Incluye transporte desde hoteles en Cancún?

No, el transporte ida y vuelta solo está disponible desde Playa del Carmen y sus alrededores. Hoteles en Cancún no están incluidos.

¿Cuánto dura el tour en buggy por la selva?

La aventura dura aproximadamente 3 horas de principio a fin.

¿Pueden reservar buggy los pasajeros solos?

No, no se permite conducir solo; los buggies se comparten entre dos personas por vehículo.

¿Está incluido el nado en el cenote?

Sí, nadar en un cenote 100% natural forma parte del tour.

¿Qué idiomas habla el guía?

El guía habla español, inglés y francés.

¿Proporcionan snacks o bebidas?

Sí, durante el tour ofrecen agua fresca y un snack ligero.

¿Qué debo llevar para la excursión?

Recomiendan llevar toalla, traje de baño, repelente de insectos y calzado cerrado.

¿Hay límite de edad o peso para participar?

La edad mínima es 4 años; los conductores deben tener 18 años o más y licencia; peso máximo permitido es 120 kg (264 lbs).

Qué incluye

Tu día incluye transporte ida y vuelta desde hoteles en Playa del Carmen (no Cancún), uso de un buggy CAN AM biplaza compartido, gafas para conductor y pasajero, guía local que habla inglés, francés y español, equipo para nadar y hacer snorkel en un cenote natural, además de agua fresca y snacks ligeros para recargar energías antes de regresar cubiertos de barro pero con una sonrisa.