Únete a un grupo pequeño fuera de Mazatlán para vivir un temazcal auténtico guiado por un chamán local, empezando con un baño de barro y terminando con comida casera y degustación de tequila. Prepárate para aromas naturales, calor, risas y momentos que recordarás mucho después de enjuagarte el barro.
“No te preocupes si te pones nervioso, todos sudan la primera vez,” sonrió nuestro chamán mientras me entregaba un trozo de barro fresco. Aún parpadeaba por el sol de la mañana tras el viaje en camioneta desde Mazatlán, sin saber bien qué esperar de este tour de temazcal. El camino fue tranquilo, solo se oía el tintinear del hielo en el café de alguien atrás y algunas bromas del conductor sobre cómo el tequila sabe mejor después de sudar bien. Al llegar, el aire olía a tierra y a algo herbal — ¿salvia o eucalipto? No soy experto en plantas.
Me unté el barro en brazos y cara (me olvidé del cuello, claro), y me quedé parado incómodo hasta que se secó y empezó a agrietarse. El chamán se rió al ver mi trabajo a medias, pero no dijo nada, solo nos indicó que nos enjuagáramos antes de entrar al temazcal redondo de piedra. Adentro estaba oscuro, salvo por un leve resplandor naranja de piedras volcánicas apiladas en el centro. El vapor comenzó a subir cuando echó agua sobre ellas, llenando el espacio de calor y ese aroma herbal. Habló de la Madre Tierra y de soltar lo que no necesitamos — al principio me sentí un poco tonto, pero sentarme ahí sudando con extraños hizo que fuera más fácil dejarlo ir. Sentí un cosquilleo en la piel al salir a la luz del día.
La comida fue sencilla pero deliciosa: burritos de machaca, frijoles, tortillas aún calientes, un queso que sabía un poco a tequila (pregunté dos veces para asegurarme). También había salsa — lo suficientemente picante como para hacerme toser una vez, lo que provocó risas entre los cocineros. Después nos fuimos a la pequeña fábrica de tequila para la cata; intenté pronunciar “reposado” bien, pero solo logré sacar sonrisas. El día fue a la vez extraño y familiar, como si me hubieran invitado a una tradición de familia por unas horas.
El tour dura aproximadamente 4 horas, incluyendo transporte.
Sí, incluye recogida y regreso al hotel o puerto.
El almuerzo incluye burritos de machaca, queso con sabor a tequila, frijoles, salsa, guacamole, tortillas y bebidas.
Pueden participar bebés y niños pequeños; se permiten cochecitos.
Sí, hay opciones vegetarianas si se solicitan al reservar.
No, esta actividad no se recomienda para mujeres embarazadas.
Sí, incluye una cata de tequila en una fábrica local.
El trayecto dura unos 40 minutos en cada dirección.
Tu día incluye traslado en van con aire acondicionado desde hotel o puerto, todas las actividades guiadas por un local (baño de barro y ceremonia tradicional de temazcal), acceso a aguas termales y fábrica de tequila con degustaciones, además de un almuerzo regional con burritos de machaca y bebidas locales antes del regreso a Mazatlán.
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