Sentirás esa mezcla de nervios y emoción mientras aprendes a surfear las olas de Costa Azul en Los Cabos con un guía local. Clases prácticas, agua cálida del Pacífico, snacks bajo la sombra y transporte ida y vuelta para que solo te preocupes por tu primera ola — o tu caída con estilo.
Lo primero que me llamó la atención en Costa Azul fue cómo la luz de la mañana hacía que todo se viera como bañado en oro, hasta la arena parecía más suave. Nuestro guía, Luis, nos saludó desde bajo una sombrilla azul, sonriendo como si acabara de salir del agua. Me dio un rash guard y una tabla de espuma (pregunté por las de fibra, pero la verdad, luego agradecí tener una caída más suave). Había una brisa salada que se pegaba a la piel al instante — no era molesta, era parte de estar ahí.
Yo nunca había surfeado — salvo ver videos en YouTube a las 1 de la madrugada — así que estaba nervioso. Luis nos enseñó a levantarnos en la tabla justo en la arena. “No lo pienses tanto”, dijo, aunque yo hice todo lo contrario. Cuando finalmente remamos mar adentro, escuchaba risas de niños cerca y a alguien vendiendo tamales en la carretera (no me lo esperaba). El agua estaba más fría de lo que parecía, pero no tanto. Y cuando por fin agarré una ola chiquita por medio segundo, es curioso lo fuerte que se siente el latido del corazón al estar de pie por primera vez.
Descansamos bajo la sombrilla con agua embotellada y barras de granola — nada lujoso, pero después de tragarme medio océano, supo a gloria. Luis contó historias de su infancia surfeando aquí; dijo que en Los Cabos casi todas las familias tienen al menos un surfista. De regreso (en una van con aire acondicionado, gracias a Dios), compartimos anécdotas de las mejores caídas y un niño se quedó dormido abrazando su cera de tabla como si fuera un trofeo. Todavía pienso en esa vista más allá de las olas — mirando hacia la orilla, el sol en la cara, sintiendo que por un momento podría pertenecer a este lugar.
Sí, incluye transporte ida y vuelta desde hoteles o terminal de cruceros.
La actividad completa dura unas 3 horas, incluyendo el transporte.
No se requiere experiencia; la enseñanza se adapta a todos los niveles.
Se incluye tabla de espuma y rash guard o traje de neopreno; si prefieres tabla de fibra, avisa con anticipación.
Se ofrecen agua embotellada y barras de granola durante la sesión.
Sí, niños desde 6 años pueden participar; se brinda supervisión extra para ellos.
El tour opera del 15 de marzo al 15 de noviembre; se recomiendan las mañanas para mejores olas.
Sí, los acompañantes pueden reservar un lugar de observador que incluye transporte y acceso al campamento en la playa.
Tu día incluye transporte ida y vuelta desde hotel o puerto en minivan con aire acondicionado, todo el equipo necesario para surfear (tabla de espuma y rash guard o traje de neopreno), instrucción profesional adaptada a tu nivel, además de agua y barras de granola bajo sombrillas antes de regresar relajado — y quizá un poco lleno de arena.
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