Recorre la Casa Azul de Frida Kahlo con un grupo pequeño y guía local que hace viva su historia en Coyoacán. Pasea por habitaciones llenas de luz, arte y recuerdos, y elige pasar más tiempo en el Museo Anahuacalli o probar sabores en el Mercado de Coyoacán. Risas, momentos de calma y una cara de CDMX que pocos conocen.
Apenas terminé mi café en este pequeño café de Coyoacán cuando llegó Mariana, nuestra guía, con una bufanda colorida y una sonrisa que te hacía sentir como si la conocieras de toda la vida. Empezó a contarnos sobre la infancia de Frida, no la típica información de Wikipedia, sino detalles sobre las paredes azules y cómo los vecinos aún recuerdan su presencia. Se escuchaban los vendedores ambulantes afuera y el aroma del pan dulce entraba por la ventana. Todo se sentía tan auténtico, como si hubiéramos caído en la rutina matutina de alguien del barrio.
Al entrar al Museo Frida Kahlo (Casa Azul), esperaba algo más “de museo”, pero se sentía como una casa viva. Hubo un silencio especial al ver su habitación: la luz del sol iluminaba los corsés médicos que ella misma pintó, los vestidos colgados junto a la ventana. Mariana nos dejó recorrer a nuestro ritmo, pero aparecía para señalar alguna foto o carta (“Mira esta — Diego la escribió después de una pelea”, susurró). Intenté decir “Las apariencias engañan” en español y seguro lo dije mal; Mariana se rió y me dijo que no me complicara.
Si eliges el tour más largo, también visitas el Museo Anahuacalli, la fortaleza de piedra de Diego Rivera llena de arte prehispánico. Allí todo es más tranquilo; recuerdo tocar una piedra volcánica afuera y pensar en todas las manos que la construyeron. No tuvimos guía en esa parte, pero eso la hizo aún más personal. Ah, y si tienes hambre, puedes optar por ir al Mercado de Coyoacán. El olor a chiles y tortillas frescas es increíble; todavía sueño con esos tamales.
Terminamos quedándonos un rato en el jardín detrás de la Casa Azul porque nadie nos apuró para salir. El sol sobre las paredes azules, la bugambilia arriba, gente sentada en silencio o dibujando. No fue para nada lo que esperaba de un “tour al Museo Frida Kahlo”: mucho más cálido, desordenado y real. Me alegro de que tuviéramos tiempo para simplemente quedarnos ahí un rato.
La visita guiada en Casa Azul dura alrededor de 2 horas; puedes quedarte más tiempo por tu cuenta si quieres.
No, el traslado entre Casa Azul y el Museo Anahuacalli es por cuenta propia si eliges esa opción.
Sí, si seleccionas esa opción al reservar, la entrada a ambos museos está incluida.
Si eliges la opción del mercado, la comida en Mercado Coyoacán y una bebida de un café local están incluidas.
El tour en grupo pequeño tiene un máximo de 8 personas.
Sí, el tour es accesible para sillas de ruedas y se permiten cochecitos en todas las áreas.
Sí, los horarios de entrada varían según disponibilidad, por lo que es obligatorio reservar con anticipación.
Sí, puedes permanecer dentro todo el tiempo que quieras tras la visita guiada.
Tu día comienza con un café en Coyoacán antes de encontrarte con tu guía para explorar íntimamente la Casa Azul de Frida Kahlo con entradas incluidas. Según tu elección, continúa solo al Museo Anahuacalli o disfruta un recorrido gastronómico por el Mercado de Coyoacán para almorzar, con bebida incluida en algunas opciones. Todos los tours son en grupos pequeños para un ritmo tranquilo.
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