Sumérgete en la cultura pop más vibrante de Ciudad de México: ponte tu propia máscara de luchador, prueba mezcal ahumado con guacamole y únete a los locales en Arena México para una noche auténtica de Lucha Libre. Ríe con tu guía (ex luchador), disfruta del ambiente y crea recuerdos que durarán mucho después de que termine la función.
Lo primero que me llamó la atención fue el ruido — no solo la música que retumbaba fuera de la Arena México, sino la gente gritando, riendo, vendiendo antojitos. Nuestro guía, Sergio (que antes fue luchador semi profesional, ¡una locura!), nos entregó al instante unas máscaras de luchador súper coloridas. La mía era azul y dorada y, la verdad, al principio me sentí un poco ridículo, pero todos se las pusieron. Caminamos en grupo por las calles, pasando por puestos de tacos y tiendas con luces de neón, todo vibrando con la energía típica de un viernes por la noche. Se olía el maíz frito y algo ahumado — seguro el mezcal que probaríamos después.
Antes de la función, nos metimos en un bar pequeño para una cata de mezcal. Sergio nos explicó cómo se hace el mezcal — corazones de agave asados bajo tierra, lo que le da ese sabor tan terroso. Intenté hacer el movimiento de girar la copa como nos mostró, pero terminé derramando un poco en mi mano (pegajoso). Sacaron guacamole con totopos gruesos; alguien preguntó por las reglas de la lucha libre y Sergio empezó a contar historias sobre los héroes enmascarados de su infancia. Nos hizo reír a todos — sobre todo cuando imitó uno de los movimientos famosos justo frente al dueño del bar.
Dentro de la Arena México, el caos era increíble de la mejor manera. Los vendedores se movían entre las filas gritando “¡cerveza!” y los niños agitaban dedos de espuma. Cuando salieron los luchadores — capas al viento, música a todo volumen — me dieron escalofríos. Hay un juego intenso con el público abucheando a los “rudos” y animando a los “técnicos”. En un momento, una señora mayor a mi lado le gritó algo fuerte a un rudo; luego me guiñó un ojo como si compartiéramos un secreto. Todo duró horas pero se pasó volando — no esperaba interesarme en quién ganaba, pero al final terminé gritando con todos.
La edad mínima es 3 años; la cata de mezcal es solo para mayores de 18.
Sí, las entradas para Arena México están incluidas en la reserva.
Si no bebes alcohol, hay opciones sin alcohol durante la cata de mezcal.
Se camina hasta 1 milla desde el punto de encuentro hasta Arena México; se recomienda usar calzado cómodo.
No incluye comida completa, pero sí guacamole con totopos durante la cata de mezcal.
Sí, cada participante recibe una máscara de luchador de recuerdo para llevarse a casa.
No, los asientos se asignan el día del evento en taquilla y no se pueden elegir con anticipación.
Sí, niños de 3 años en adelante pueden unirse acompañados por un adulto; no participan en la cata de alcohol.
Tu noche incluye un paseo guiado por el centro de Ciudad de México con un ex luchador semi profesional, una cata de mezcal artesanal acompañada de guacamole y totopos (con opciones sin alcohol si lo necesitas), entradas para ver luchas en vivo en Arena México y una máscara de luchador de recuerdo para animar junto a los fans locales.
¿Necesitas ayuda para planear tu próxima actividad?