Recorre los vibrantes canales de Xochimilco con mariachis de fondo, pasea por Coyoacán disfrutando café y churros donde los locales se reúnen, y visita la colorida Casa Azul de Frida Kahlo con historias que tu guía te contará. Risas, sabores inesperados y una Ciudad de México que se queda contigo mucho después.
“No puedes irte de Ciudad de México sin dar un paseo en trajinera,” nos dijo el guía con una sonrisa mientras nos acomodábamos en el bote de Xochimilco. Los colores explotaban — trajineras pintadas chocando entre sí, mariachis afinando sus instrumentos cerca, y el aroma a masa de maíz flotando sobre el agua. No esperaba reír tanto a las 10 de la mañana, pero ahí estábamos, pasando junto a familias y pancartas de cumpleaños mientras el guía contaba por qué la gente lleva hasta picnic completo (y a veces hasta perros) en las trajineras. Probé mi español con uno de los remeros — él solo sonrió y me ofreció un vaso de pulque. No es mi bebida favorita, pero bueno, cuando en Roma... o en Ciudad de México.
Coyoacán tiene otra vibra. Era más tranquilo de lo que imaginaba — solo el murmullo de los vendedores ambulantes y alguien vendiendo globos cerca de la plaza. Paramos a tomar café en el Café El Jarocho (el guía dijo que era obligatorio), mojando churros que me dejaron los dedos llenos de azúcar. Un cartel viejo de cine llamó mi atención — rojos desgastados contra el azul del cielo — y por un momento sentí que el tiempo se detenía. Caminando por esas calles empedradas entiendes por qué los artistas se enamoraron de este lugar; hasta los perros parecen tener personalidad.
El Museo Frida Kahlo es más pequeño de lo que imaginaba pero, de alguna forma, se siente enorme por dentro — todo ese color y luz entrando por las ventanas de su cocina. Nuestro guía contó historias de la vida de Frida que la hicieron sentir real (no solo una cara en una bolsa). Me quedé largo rato en su estudio mirando sus pinceles alineados junto a la ventana. Es curioso cómo puedes sentir la energía de alguien en su antigua casa así. Sigo pensando en eso cada vez que veo el azul cobalto.
Sí, el tour incluye recogida y regreso al hotel desde Ciudad de México.
La entrada está incluida si eliges la opción con acceso al museo al reservar.
El paseo en trajinera es parte de la mañana del tour; la duración exacta varía pero hay tiempo para disfrutar la música y el paisaje.
En Coyoacán recibirás un churro mexicano y café; otras comidas o bebidas se pueden comprar durante el recorrido.
Sí, el transporte es accesible para sillas de ruedas y los bebés pueden acompañar a los adultos.
Es un tour en grupo pequeño para una experiencia más personalizada.
Sí, un guía local certificado acompaña la experiencia de principio a fin.
Tu día incluye recogida y regreso al hotel, transporte privado entre paradas, entrada al Museo Frida Kahlo (si eliges esa opción), paseo guiado por Coyoacán con degustación de café y churro en Café El Jarocho, un animado paseo en trajinera por los canales de Xochimilco con música de mariachi, y muchas historias locales contadas por tu guía certificado antes de llevarte de vuelta a tu hotel o punto acordado.
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