Déjate guiar por el olfato (y por Mariana) por las calles llenas de vida de CDMX para disfrutar tacos nocturnos, una auténtica cata de mezcal con un experto, y conocer historias en lugares como la Casa de los Azulejos. Ríe con las salsas, admira las luces del Monumento a la Revolución y saborea recuerdos que te acompañarán mucho después.
Antes de ver el puesto de tacos, ya escuchaba ese chisporroteo intenso en la parrilla — ¿sabes ese sonido cuando la grasa cae sobre el metal caliente? Eso fue lo que me atrajo. Nuestra guía, Mariana, nos saludó como si fuéramos viejos amigos. Empezó a contarnos sobre la Casa de los Azulejos justo en la esquina — esos azulejos azul y blanco que brillaban bajo la luz de la calle, mientras la gente pasaba con sus propias historias. Quise tomar una foto, pero la verdad, no captaba la energía que se sentía en el aire.
No esperaba reír tanto mientras comía tacos. Nos apretujamos alrededor de una mesita diminuta, chocando codos, mientras Mariana nos explicaba por qué cada salsa tenía su “personalidad”. Me retó a probar la verde (lo hice — gran error). Había un aroma ahumado por todos lados, mezclado con algo dulce que no lograba identificar. ¿Piña asada? O tal vez mi cerebro intentando seguir el ritmo. El Monumento a la Revolución también se veía distinto de noche — más suave bajo todas esas luces de la ciudad.
La cata de mezcal fue todo un ritual. Nuestro mezcalero sirvió vasitos pequeños y nos habló del agave como si fuera un viejo amigo. Primero nos hizo oler — terroso, casi a hierba — y luego beber despacio. Traté de decir “salud” bien y Li se rió de mi acento (justo). Para entonces ya no me importaba verme turista y simplemente disfruté. El viaje de regreso en la van fue tranquilo, en el mejor sentido. Todavía recuerdo ese primer mordisco de taco al pastor cuando me da hambre a altas horas.
Sí, la cena está incluida junto con todas las degustaciones durante el tour.
Sí, se proporciona transporte en minivan con aire acondicionado para los participantes.
No, este tour no es recomendable para vegetarianos o veganos.
Sí, todas las áreas y superficies son accesibles para sillas de ruedas.
La edad mínima para las degustaciones de alcohol es de 18 años.
Sí, los bebés y niños pequeños pueden ir en cochecito o carriola durante el tour.
Sí, verás sitios como la Casa de los Azulejos y el Monumento a la Revolución de noche.
Sí, hay transporte público disponible cerca del punto donde termina el tour.
Tu noche incluye recogida en minivan con aire acondicionado, todas las degustaciones de tacos y bebidas (incluyendo cerveza), cena en lugares locales del centro de CDMX, cata guiada de mezcal con un experto mezcalero, y tu amable guía local durante toda la noche antes de regresar juntos.
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