Bajas del avión en Cancún y vas directo a tu traslado privado, sin filas ni complicaciones con buses. Tu conductor te espera justo afuera de llegadas y te lleva en una van con aire acondicionado hasta Tulum. Hay espacio para cochecitos o sillas de bebé si las necesitas. Es un confort sencillo que te permite realmente notar cómo México va despertando a tu alrededor.
Para ser sincero, esperaba un poco de caos cuando aterrizamos en el aeropuerto de Cancún — ya sabes esa sensación pegajosa y cansada después de un vuelo largo. Pero en cuanto recogimos las maletas y salimos hacia la zona de agencias de turismo, apareció un chico con un cartel con mi nombre (esa parte siempre me pone nervioso). Sonrió y nos hizo señas para acercarnos. El estacionamiento estaba lleno de conductores llamando nombres, pero el nuestro simplemente asintió y nos guió hasta la van. Olía a protector solar de coco y a plástico nuevo — una mezcla extraña pero reconfortante.
El viaje hasta Tulum duró más de lo que pensaba (casi dos horas), pero el aire acondicionado de la van fue un alivio total. Nuestro conductor, Marco, nos señaló dónde la selva empezaba a espesarse a lo largo de la carretera. No habló mucho, solo cuando le preguntamos — lo cual me gustó, porque mi mente aún estaba en modo “después del vuelo”. En un momento nos preguntó si queríamos parar para snacks o baño (no fue necesario, pero se agradece que lo ofreciera). Si viajas con niños o cochecito, hay espacio — vi a una familia delante cargando lo que parecía media guardería.
La verdad, ver cómo cambiaba la luz al dejar Cancún atrás — primero dura y blanca, luego más suave al acercarnos a Tulum — me hizo sentir que el viaje realmente comenzaba. Hay algo en llegar en un traslado privado que te hace sentir menos turista y más bienvenido. Todavía recuerdo lo tranquilo que se sentía dentro de esa van comparado con el bullicio del aeropuerto. No es glamuroso, pero justo lo que necesitaba después de tantas horas en el aire.
Después de recoger tu equipaje, busca la salida señalizada para agencias de turismo y transportistas; el personal te esperará en las plataformas de estacionamiento del área de Operadores Turísticos.
Sí, todos los vehículos para traslados entre el aeropuerto de Cancún y Tulum cuentan con aire acondicionado.
Sí, los bebés y niños pequeños pueden ir en cochecito o silla de paseo; si lo solicitas, disponen de sillas especiales para bebés.
El trayecto suele durar cerca de dos horas, dependiendo del tráfico.
Este servicio incluye recogida directamente en el aeropuerto de Cancún; el descenso es en tu alojamiento en Tulum.
Tu viaje incluye recogida directa en el aeropuerto de Cancún por parte de tu conductor, que te esperará en la zona designada para transportes turísticos; traslado en vehículo privado con aire acondicionado hasta tu destino en Tulum; espacio para cochecitos o sillas infantiles disponible si lo solicitas con anticipación.
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