Nadarás en frescas aguas de cenotes mayas, harás snorkel junto a tortugas marinas en Akumal y luego descansarás con un almuerzo frente a la playa. Con transporte incluido y guía local que te acompaña en cada paso (y se asegura de que no te pierdas las tortugas), es un día lleno de sorpresas pequeñas — algunas no se pueden fotografiar, pero no se olvidan.
Ya estábamos empapados del cenote cuando me di cuenta de lo fría que estaba el agua — no helada, pero sí ese frío que te despierta hasta los huesos. Nuestra guía, Marisol, sonrió y nos contó que los mayas creían que estos lugares conectaban con el inframundo. Traté de flotar en silencio, pero mi snorkel hacía pequeños ruidos burbujeantes. La luz se reflejaba en las rocas y había un olor a tierra mojada, como lluvia sobre piedra y algo verde que no supe identificar. No se permiten teléfonos dentro, al principio me pareció raro, pero pronto solo éramos nosotros y los ecos.
Después, con toallas y algo de fruta en la van (la piña estaba dulce como ninguna), nos fuimos a Akumal. No queda lejos, unos 20 minutos tal vez. El pueblo es tranquilo y amable, nada ostentoso. Nos pusimos el equipo justo en la arena mientras Marisol repartía las máscaras y revisaba que todos lleváramos bien el chaleco salvavidas (obligatorio, dijo, aunque sepas nadar). Ya en el agua, casi por accidente vi mi primera tortuga marina, una figura grande y suave que se deslizaba con calma. Había bancos de peces por todos lados, destellos amarillos y azules. En un momento me distraje viendo un pelícano zambullirse y casi me trago medio mar. No fue mi momento más elegante.
Luego llegó el almuerzo en un club de playa sencillo — nada lujoso, pero justo lo que necesitábamos después de nadar toda la mañana. Mi plato tenía pescado a la parrilla con lima y tortillas que sabían a hechas en casa. Alguien puso música detrás de nosotros; se mezclaba con el sonido de las olas hasta que dejé de distinguirlos por separado. Nos sentamos a contar quién había visto qué bajo el agua. A veces aún pienso en esa tortuga — qué tranquila parecía comparada con nosotros moviéndonos sin parar.
Es una experiencia de día completo con transporte desde la mayoría de hoteles en Cancún o Riviera Maya.
Sí, se proporciona máscara y snorkel para todos los participantes.
La edad mínima es 6 años y deben medir al menos 1.20 metros.
Sí, se sirve un almuerzo delicioso en un club de playa exclusivo después del snorkel.
Sí, el uso de chaleco es obligatorio tanto en el cenote como en el snorkel en el mar, sin importar el nivel de natación.
El transporte ida y vuelta está incluido desde la mayoría de hoteles en Cancún y Riviera Maya.
No se permiten dispositivos dentro del cenote para proteger el lugar.
Tu día incluye transporte ida y vuelta desde la mayoría de hoteles en Cancún o Riviera Maya, entradas al cenote maya y al club de playa en Akumal, uso de equipo de snorkel (máscara y tubo), snacks como agua y fruta en la van, chalecos salvavidas obligatorios para tu seguridad y un almuerzo relajado junto al mar antes de regresar cómodamente.
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