Saldrás del aeropuerto de Cabo directo a un auto que te espera con bebidas frías y un conductor local amable que conoce cada atajo y historia del camino. Disfruta de un viaje con aire acondicionado, ayuda con tus maletas y detalles pensados para familias o quienes necesiten un extra de cuidado. Llegar se siente menos como un trámite y más como el inicio de tus vacaciones.
Salimos del terminal con las maletas rodando y nos recibió ese aire cálido y denso de Cabo — ya sabes, ese que huele un poco a sal, a bloqueador solar y a asfalto después de un vuelo largo. Nuestro conductor ya estaba esperándonos, sosteniendo un cartel con mi nombre (bien escrito, lo que fue toda una victoria). Sonrió y nos hizo señas para acercarnos, ayudándonos con las maletas antes de que pudiera siquiera intentarlo. La van estaba impecable y fresca por dentro — honestamente, ese primer golpe de aire acondicionado se sintió mejor de lo que quería admitir.
Nos ofreció botellas de agua fría (y algo con gas para mi pareja), que prácticamente nos bebimos al instante. Intenté preguntar en mi español un poco oxidado por los mejores tacos locales; él cambió al inglés sin perder el ritmo y nos contó dónde lleva a su familia los fines de semana. Pasamos junto a otros autos llenos de viajeros cansados, pero parecía que estábamos en nuestra propia burbuja. El trayecto del aeropuerto al hotel no fue largo — ¿unos 35 minutos? — pero fue justo el tiempo para ver cómo el desierto se fundía con el azul del océano por la ventana. Hay algo especial en llegar a un lugar nuevo cuando alguien más se encarga de todo.
Noté que preguntó si necesitábamos algo para el asiento del bebé (no fue el caso, pero se agradece que lo preguntara), y cuando pasamos por un tramo un poco más irregular cerca de San José del Cabo, bajó la velocidad con tanta suavidad que casi no lo sentí. Es curioso cómo esos pequeños detalles se quedan más en la memoria que cualquier bebida de bienvenida elegante. Para cuando llegamos al hotel, me sentía despierto de nuevo, no agotado por el viaje — tal vez era alivio o simplemente lo fácil que todo había sido. De cualquier forma, todavía recuerdo ese primer sorbo frío al dejar atrás el aeropuerto.
Sí, los vehículos son totalmente accesibles para sillas de ruedas en todas sus áreas y superficies.
Sí, se pueden proporcionar asientos especiales para bebés bajo petición.
Sí, se ofrecen bebidas de cortesía durante el viaje.
Sí, los animales de servicio pueden viajar a bordo.
El viaje suele durar entre 30 y 40 minutos, dependiendo del tráfico y el destino.
Sí, tu conductor te esperará en el lugar de recogida que hayas elegido.
Sí, los bebés pueden viajar en el regazo de un adulto o en cochecito; se ofrece un servicio familiar y atento.
Tu traslado incluye recogida en el lugar acordado en Cabo por un conductor local bilingüe, bebidas de cortesía para todos durante el viaje, vehículo con aire acondicionado en excelente estado, además de opciones para acceso en silla de ruedas y asientos para bebés si los necesitas.
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