Al llegar al Aeropuerto Bajío, un conductor local te estará esperando con un cartel con tu nombre — sin estrés por retrasos o filas. Disfruta de un traslado privado cómodo en vehículo con aire acondicionado directo al centro de Guanajuato, con consejos del conductor en el camino. Es un inicio sencillo que te permite relajarte y captar esos primeros detalles de México que recordarás mucho tiempo.
Lo primero que noté fue cómo el conductor sostenía mi nombre, escrito a mano, un poco torcido, pero la verdad me hizo sentir bien después de un vuelo largo. La sala de llegadas del Aeropuerto Bajío no es muy grande, así que lo vi enseguida. Sonrió y asintió, sin ser insistente ni formal, simplemente… natural. Hay algo especial en aterrizar en un lugar nuevo y saber que no tienes que preocuparte por taxis o autobuses — ya podía oler ese leve dulzor a guayaba en la bolsa de alguien cerca.
Salimos al aire seco del Bajío (es distinto al de la costa — más cortante, de alguna forma), y me llevó directo a una van limpia con el aire acondicionado encendido. Le pregunté si había esperado mucho porque mi vuelo llegó tarde, pero solo se encogió de hombros y dijo: “No importa, siempre espero.” Eso me relajó. El camino a Guanajuato no es largo — ¿unos 30 minutos? — pero hay un momento en que las colinas empiezan a pasar y ves esas casas de colores apiladas como bloques de juguete. Señaló una estatua en una colina (El Pípila) y me contó que los locales suben ahí para ver el atardecer. Traté de repetir “Guanajuato” como él lo dijo; seguro me salió mal.
No esperaba lo silencioso que se sentiría el auto después de todo el ruido del aeropuerto. Solo el sonido de la carretera y su radio suave con una ranchera antigua. Me ofreció agua (¡fría!) y me dejó abrir un poco la ventana — brisa polvorienta, sol ya bajando. No era nada lujoso, pero se sentía seguro y cómodo. Sin prisas, sin dudas sobre a dónde ir después. Cuando llegamos a la ciudad, me ayudó con la maleta y me señaló la calle ideal para caminar y buscar tacos más tarde. Sinceramente, ese pequeño gesto fue lo que más me quedó.
Sí, tu conductor te esperará en la sala de llegadas con un cartel con tu nombre.
Tu conductor te esperará sin importar el retraso; la recogida se ajusta a tu hora de llegada.
El traslado privado puede acomodar desde 1 hasta 20 pasajeros.
Sí, los bebés y niños pequeños pueden viajar en cochecitos o sillas especiales para infantes.
Sí, los animales de servicio están permitidos durante el traslado.
Sí, todos los vehículos usados en este traslado cuentan con aire acondicionado.
Tu traslado privado incluye recogida en el Aeropuerto Bajío por un conductor local con cartel con tu nombre, todos los impuestos y tarifas incluidos, viaje en vehículo con aire acondicionado según el tamaño de tu grupo, además de opciones para sillas de bebé o cochecitos si es necesario, llegando directo al centro de Guanajuato.
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