Camina por las cálidas aguas poco profundas del Atlántico en La Baignoire de Joséphine, disfruta un ti’ punch local con nuevos amigos, observa iguanas salvajes en Ilet Chancel y prueba comida fresca de Martinica—todo con un guía local que te lleva entre islotes y arrecifes. Prepárate para risas, aire salado y momentos que duran más de lo esperado.
“Aquí es — la Baignoire de Joséphine,” gritó nuestro guía sonriendo mientras el barco frenaba. Apenas había terminado mi café cuando salimos del puerto de Le François, y de repente estábamos anclados en ese rincón turquesa tan claro que parecía de mentira. El agua era tan baja que podías caminar sin parar, con la arena suave y fresca bajo los pies. Alguien me pasó un ti’ punch (seguro que lo dije mal; el guía se rió), y todavía recuerdo cómo el aroma a lima me llegó antes que el sabor.
Navegamos entre manglares y varios islotes diminutos—Lavigne, Frégate, Long… nombres que nuestro capitán soltaba como si fueran viejos amigos. En un momento el viento subió y se mezcló el olor a sal con un toque verde desde la orilla. En Ilet Thierry, destellos de colores se movían bajo el barco—peces tropicales, ya acostumbrados a los barcos. La palabra clave aquí sería excursión de un día a la Baignoire de Joséphine desde Le François, pero nadie a bordo hablaba de eso. Más bien, todos señalaban cosas o intentaban pronunciar “Chancel” correctamente.
Ilet Chancel me sorprendió—no esperaba ver iguanas tan tranquilas a la vista de todos. Apenas se inmutaban cuando pasábamos; un niño intentó contarlas pero se rindió después de siete. El almuerzo fue sencillo pero delicioso: pescado fresco, arroz y algo picante que me hizo llorar de la nariz (pero para bien). Para entonces el sol estaba alto y todos se quedaron un poco callados—quizás por la comida o porque la vista del arrecife realmente te deja sin palabras por un rato.
De regreso hacia Ilet Madame, alguien empezó a cantar bajito en criollo—solo para sí mismo, no para nosotros—y fue la banda sonora perfecta para flotar de vuelta con la piel salada y el pelo alborotado por el viento. Así que sí, si estás pensando en un tour privado en barco por Martinica o quieres hacer la excursión de un día a la Baignoire de Joséphine desde Le François… esto es lo que te llevas: risas, quemaduras de sol (seguro), y esa paz rara cuando no quieres volver a tierra todavía.
El tour sale desde el puerto pesquero de Le François, en la costa este de Martinica.
No, los viajeros deben llegar por su cuenta al punto de encuentro en el puerto de Le François.
No, no hay recogida en Fort-de-France ni en terminales de cruceros; los huéspedes deben organizar su transporte.
El recorrido pasa por varios islotes como Lavigne, Frégate, Long, Pelée, Oscar, Thierry, Chancel (con iguanas) y Madame.
Sí, el almuerzo local está incluido junto con bebidas y snacks durante la excursión.
El tour es apto para todas las edades excepto niños menores de 3 años y mujeres embarazadas.
La salida dura unas 3.5 horas por sesión, con horarios disponibles por la mañana o la tarde.
Podrás ver peces tropicales cerca de Ilet Thierry e iguanas salvajes en Ilet Chancel durante el paseo.
Tu día incluye un paseo guiado en barco desde el puerto de Le François entre manglares y arrecifes, con paradas en varios islotes como Chancel (para ver iguanas) y la Baignoire de Joséphine para nadar; agua embotellada; bebidas alcohólicas; snacks; además de un almuerzo local antes de regresar a tierra—todo acompañado por un guía local experto.
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