Escapa del calor y ruido de Marrakech y adéntrate en los caminos sombreados del Jardín ANIMA: arte escondido entre palmas y cactus, tés con hierbas del jardín en Café Paul Bowles, salas de museo llenas de sorpresas y esas inesperadas vistas al Atlas que se quedan contigo mucho tiempo.
Para ser sincero, compré la entrada al Jardín ANIMA sobre todo porque necesitaba un respiro del caos de Marrakech. No esperaba acabar sentado bajo un enorme bambú, sonriendo frente a una escultura de Keith Haring mientras el aroma a menta llegaba de algún lado (probablemente del café). El shuttle nos recogió justo al lado de la Koutoubia, fácil de encontrar, aunque temía que nos perdiéramos porque siempre llego tarde. Pero esperaron un minuto por nosotros. Eso se agradece.
El jardín es salvaje pero cuidado, si me entiendes. Palmas y cactus por todos lados, con arte asomando en lugares inesperados: un momento estás mirando algo que recuerda a Picasso, y al siguiente simplemente observas cómo la luz juega sobre el estanque. Nuestro guía no se pegaba, pero señalaba obras de artistas locales escondidas tras el bambú. Había niños corriendo, parejas mayores disfrutando en silencio. Me gustó que nadie te apurara.
Paramos en el Café Paul Bowles para tomar un té —el mío llevaba azafrán y menta del propio jardín (Li se rió cuando intenté decir “shukran” bien; seguro que lo dije fatal). Los pasteles tenían un toque floral suave, nada empalagoso. En un momento me quedé solo escuchando los pájaros a lo lejos y pensando en lo cerca y a la vez lejos que parecía Marrakech ahora. Las salas del museo eran pequeñas pero sorprendentes —fotos y pinturas de artistas que no conocía.
Sigo pensando en esa vista de las montañas del Atlas entre un hueco del bambú —con nieve en la cima aunque abajo hacía calor. Si buscas una tarde tranquila lejos del ruido de la ciudad, esta excursión al Jardín ANIMA es algo especial.
Sí, incluye traslado compartido de ida y vuelta desde Marrakech/Koutoubia.
El jardín abre todos los días a las 09:00.
Sí, en el Café Paul Bowles puedes encontrar comidas, zumos orgánicos, tés con hierbas del jardín y pasteles.
Sí, es accesible para sillas de ruedas y apto para todos los niveles; los niños menores de 12 años entran gratis.
Sí, los animales de servicio están permitidos dentro del jardín.
El jardín cuenta con más de 250 tipos de plantas, incluyendo bambú, palmas y cactus.
Sí, hay opciones como el bus ALSA 25 cerca del jardín.
Tu entrada incluye traslado compartido de ida y vuelta desde el centro de Marrakech (Koutoubia), acceso al jardín botánico y a las salas del museo en el Jardín ANIMA, además de acceso al Café Paul Bowles donde puedes comprar comidas o bebidas frescas hechas con ingredientes cultivados en el propio jardín antes de regresar a la ciudad.
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