Podrás montar en camello por las palmeras de Marrakech, saborear un auténtico té de menta marroquí en una tienda bereber y luego levantar polvo en un quad—todo acompañado por un guía local amable. Es una forma sencilla de vivir una aventura real en medio día sin salir de la ciudad.
Lo primero que noté fue el silencio—solo algunos pájaros volando y el suave crujir de la arena bajo las patas del camello. Nuestro guía, Youssef, me entregó un pañuelo azul para protegerme del sol (dijo que es tradición aquí). Subir al camello fue un poco tambaleante al principio, pero tras un minuto o dos, simplemente te dejas llevar por su lento vaivén. Las palmeras se extendían en todas direcciones, y si mirabas por encima del hombro, podías ver pequeñas vistas de los tejados de Marrakech a lo lejos.
Después de unos treinta minutos cabalgando por la palmeraie, nos detuvimos en una pequeña tienda para tomar té de menta. El aire olía dulce por las hojas de té y había un leve aroma a polvo y hierba. Nos sentamos en cojines bajos mientras Youssef servía el té desde bien alto—bromeaba que todo está en conseguir las burbujas perfectas. Luego llegaron los quads: cascos puestos, una rápida demostración, y de repente estábamos recorriendo senderos de tierra entre grupos de flores silvestres y viejos olivos. Los quads son fáciles de manejar—aunque nunca hayas probado—y nuestro guía se aseguraba de que todos estuvieran cómodos. Al atardecer, el cielo se tornó rosa detrás de las palmeras. Tenía las manos polvorientas, pero no podía dejar de sonreír.
¡Sí! Tanto montar en camello como conducir el quad son aptos para principiantes. El guía da instrucciones claras y revisa que todos estén bien.
Usa ropa cómoda que no te importe ensuciar, calzado cerrado y lleva gafas de sol o un sombrero para protegerte del sol.
Los niños pueden montar con adultos tanto en camellos como en quads. También hay asientos para bebés—solo avísanos al reservar.
Sí, todas las zonas son accesibles para sillas de ruedas y se permiten cochecitos. Avísanos si necesitas alguna adaptación especial.
Incluye recogida y regreso a tu hotel, además de transporte privado hasta la palmeraie. Tendrás tiempo para montar tanto en camellos como en quads (con todo el equipo incluido), además de una pausa para disfrutar un fresco té de menta marroquí en un lugar a la sombra. Los guías son expertos locales que se aseguran de que todos se sientan seguros y bienvenidos.
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