Explorarás las animadas calles de Taroudant y luego pasearás por los tranquilos palmerales de Tiout. Sube a la Kasbah Tiout para disfrutar de vistas panorámicas, saborea un auténtico desayuno bereber y platos caseros marroquíes, y déjate envolver por las historias locales con un guía que conoce cada rincón.
El sol ya calentaba las colinas cuando salimos de Agadir, con las ventanas bajadas justo lo suficiente para captar ese primer aroma a olivos. Nuestro guía, Youssef, nos contó el plan del día: primero Taroudant, luego Tiout. Señaló pequeños puestos al borde del camino que vendían aceite de argán, ese que solo encuentras en esta zona de Marruecos. El trayecto no es largo, pero notarás cómo el paisaje cambia: los campos planos dan paso a grupos de palmeras y esos viejos arganes donde a veces se ven cabras encaramadas en las ramas (no es broma, lo vi con mis propios ojos).
Tiout se siente como un secreto escondido lejos de la carretera principal. La Kasbah se alza en una colina, vigilando todo a su alrededor. Subimos —un poco de trepada, pero vale la pena por las vistas. Abajo, el palmeral se extiende, verde y vibrante, con pequeños canales de riego que serpentean. Se percibe un leve olor a tierra y humo de leña, y si tienes suerte, escucharás risas de niños cerca. Youssef nos habló de la vieja película que se rodó aquí —Ali Baba y los 40 ladrones—, los locales aún la recuerdan como si fuera ayer.
El desayuno fue sencillo pero perfecto: pan harcha, crepes msmen, miel local, aceitunas y ese aceite de argán picante que solo se consigue fresco aquí. Comimos al aire libre bajo una higuera mientras un gallo cantaba a lo lejos. Más tarde, paseamos por el palmeral —algunos se animaron a montar en mula por diversión (las mulas parecían aburridas pero amables). El aire se sentía más fresco bajo las palmeras. La comida llegó en un pequeño restaurante junto a las ruinas de la kasbah —cuscús y tajine con sabor a receta de abuela. El té de menta cerró la experiencia; sinceramente, podría haberme quedado toda la tarde solo viendo cómo cambiaba la luz sobre las colinas.
¡Sí! Los niños pueden participar —hay paseos fáciles e incluso paseos en mula en Tiout. Solo avísanos si necesitas carrito o asiento especial.
La experiencia completa toma casi todo el día —normalmente unas 8 horas incluyendo el viaje desde Agadir.
Lo mejor son zapatos cómodos para caminar por la kasbah y el palmeral. Lleva sombrero o pañuelo —el sol puede ser fuerte al mediodía.
¡Sí! Tendrás un desayuno tradicional bereber en Tiout y almuerzo con cuscús, tajine, té y fruta en un lugar local.
Tu transporte es con aire acondicionado y WiFi a bordo. Servimos un desayuno tradicional bereber (piensa en aceite de oliva, aceite de argán, pan harcha), además de almuerzo con cuscús, tajine, té marroquí y fruta de temporada —todo incluido. Avísanos si traes niños pequeños o necesitas asientos especiales —tenemos opciones para familias.
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