Si quieres conocer el Sahara marroquí pero cuentas con poco tiempo, este tour de 2 días lo tiene todo: paseo en camello al atardecer, dormir bajo las estrellas en una tienda de lujo con baño privado, conocer monos en bosques de cedros y vivir la esencia local desde Fes hasta Merzouga. Rápido pero lleno de aventura.
Salimos temprano de Fes, mientras la ciudad aún despertaba, cargando nuestras mochilas en la furgoneta. Hassan, nuestro conductor, tenía esa calma natural: señalaba los antiguos carteles franceses al salir y nos avisó de las cigüeñas que anidan en los minaretes. La carretera subía poco a poco hacia el Medio Atlas. Nuestra primera parada fue Ifrane, que parecía más un pueblo suizo de esquí que un rincón de Marruecos. Jardines cuidados, tejados puntiagudos y un aire fresco que se notaba en cada respiro.
Poco después, paramos en el bosque de cedros de Azrou. El aroma a pino era intenso y fresco, y por todas partes había monos macacos. Uno de ellos, muy atrevido, intentó robarme un trozo de pan de la mano (Hassan solo se reía). Seguimos por carreteras de montaña hasta Midelt, donde comimos algo sencillo pero rico; aquí hay muchas manzanas, así que el postre estaba asegurado. En el valle del Ziz hicimos una parada para fotos; las palmeras datileras se extendían hasta el horizonte y se escuchaba el murmullo del agua, a pesar de ser temporada seca.
La luz cambió al llegar a Merzouga. Arena por todos lados, esa que se cuela en los zapatos sin importar lo que hagas. Los camellos nos esperaban al borde de las dunas; el mío se llamaba Mouloud y hacía unos ruidos graciosos cada vez que intentaba subir. La caminata duró unos noventa minutos, justo cuando el atardecer pintaba todo de tonos dorados y rosas. En el campamento, la música bereber flotaba sobre la arena mientras se cocinaba la cena (un tagine que burbujeaba detrás de las tiendas). Más tarde, tumbado en una manta frente a mi tienda privada, conté más estrellas de las que jamás había visto, sin luces de ciudad a kilómetros.
La mañana siguiente llegó pronto: alguien tocó suavemente mi tienda para que no me perdiera el amanecer sobre Erg Chebbi. Es difícil explicar lo silencioso que es allí; solo se escuchaban las campanas de los camellos y voces suaves que se perdían en la arena. Tras el desayuno (un fuerte té de menta que me despertó), regresamos en camello con largas sombras detrás antes de volver a Fes o Marrakech por las mismas carreteras de montaña.
¡Sí! Los niños pueden montar en camello o viajar en carrito si hace falta. El campamento es cómodo y seguro para toda la familia.
Por supuesto, puedes terminar tu viaje en Fes o continuar hacia Marrakech según tus planes.
Cada tienda de lujo privada cuenta con baño y WC para mayor comodidad y privacidad.
Lleva ropa de capas, porque por la noche refresca aunque de día haga calor. Un pañuelo te ayudará con la arena y el sol.
El tour incluye cena y desayuno, tienda privada de lujo con baño en el campamento del desierto, transporte con aire acondicionado desde Fes, paseo en camello por las dunas de Erg Chebbi (y sandboard si te animas), además de varias paradas para fotos y snacks. Apto para todas las edades, incluso bebés o personas en silla de ruedas, y nuestros guías siempre están para facilitarte todo.
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