Recorre el desierto de Agafay en camello al atardecer cerca de Marrakech, luego disfruta una cena tradicional marroquí bajo faroles mientras músicos bereberes tocan junto al fuego. Incluye recogida en hotel y guías locales que te harán sentir como en casa, especialmente cuando aparezcan las primeras estrellas.
Li ya se estaba riendo antes de que siquiera conociéramos a nuestros camellos — creo que fue por cómo el conductor en Marrakech gritaba “¡Agafay!” como si anunciara un partido de fútbol. La ciudad quedó atrás en un abrir y cerrar de ojos, y de repente solo había rocas, viento y ese silencio raro que solo se siente fuera de la ciudad. Nuestro guía, Youssef, me pasó un pañuelo (que nunca sé cómo atarme bien) y nos enseñó a subir. Mi camello se llamaba Momo. Olía un poco a heno y a algo especiado — ¿comino, tal vez? El sol aún no se había puesto, pero todo ya parecía bañado en oro.
El paseo en camello… bueno, no es precisamente suave (mis muslos aún lo recuerdan), pero hay algo en avanzar despacio entre esas dunas rocosas que te hace fijarte en cada detalle. El aire se enfrió rápido cuando el sol empezó a caer — escuchaba tambores a lo lejos, al principio muy suaves. Youssef señaló las montañas del Atlas en la distancia; parecían pintadas. Intenté dar las gracias en árabe cuando paramos para hacer fotos; Li se rió al escuchar cómo lo dije. Así que sí, si buscas una escapada desde Marrakech que te cambie el ritmo, esta es perfecta.
Cuando bajamos de los camellos (con torpeza), la cena ya estaba preparada bajo unas grandes carpas de lona decoradas con faroles. El pan estaba calentito — la verdad es que comí demasiado antes de que llegara el tagine. Había músicos bereberes alrededor del fuego, tocando ritmos que se me quedaron en la cabeza días después. En un momento hubo un espectáculo de fuego; parpadeé y casi me lo pierdo porque estaba demasiado concentrado viendo cómo salían las estrellas. Todo se sentía a la vez animado y tranquilo.
Volvimos a Marrakech con arena aún pegada a los zapatos y ese olor a fogata en la chaqueta. Incluso ahora, cuando el ruido en casa se vuelve demasiado, pienso en ese silencio justo antes del atardecer en Agafay — en lo simple que se sentía todo esas pocas horas.
El desierto de Agafay está justo a las afueras de Marrakech; el viaje suele durar menos de una hora en coche.
Sí, incluye recogida y regreso al hotel o riad en Marrakech.
La cena incluye platos auténticos marroquíes como tagines, ensaladas frescas y pan caliente servido en un campamento en el desierto.
El contenido no especifica opciones vegetarianas; lo mejor es consultar directamente con el operador para necesidades dietéticas.
El tour es apto para todos los niveles físicos y ofrece asientos especiales para bebés si es necesario.
Sí, según la información proporcionada, el transporte y todas las áreas son accesibles para sillas de ruedas.
Disfrutarás música bereber en vivo, relatos nómadas alrededor de la fogata, ritmos de tambores y un espectáculo de fuego.
No se especifica la duración exacta, pero suele cubrir desde la tarde hasta la noche, incluyendo el traslado de regreso.
Tu día incluye recogida cómoda en hotel o riad en Marrakech, paseo en camello al atardecer por las dunas rocosas del desierto de Agafay con agua embotellada, seguido de una cena tradicional marroquí bajo carpas en el desierto con música bereber en vivo y entretenimiento junto a la fogata antes de volver a tu alojamiento por la noche.
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