Viaja desde Fez hacia las montañas del Rif con un conductor local, para a sacar fotos en la presa de Sidi Chahed y pasea por las calles azules de Chefchaouen a tu ritmo. Hay tiempo para la cascada Ras el-Maa y para almorzar antes de regresar, llevándote recuerdos de color y tranquilidad que no esperas en una excursión de un día.
Confieso que no esperaba que la carretera saliendo de Fez estuviera tan tranquila a esa hora, solo el murmullo de nuestra minivan y algunos tenderos somnolientos barriendo el polvo de sus puertas. Nuestro conductor, Youssef, tenía esa forma tranquila de señalar detalles sin que pareciera una clase. Se detuvo cerca de la presa de Sidi Chahed para que pudiéramos sacar fotos; el agua estaba tan quieta que reflejaba el cielo, algo raro en junio. Alguien del grupo quiso pedir café en un café de la carretera y terminó con un té de menta, que la verdad no estuvo nada mal.
El camino hacia las montañas del Rif se fue volviendo más sinuoso. Abría la ventana para respirar y me llegaban aromas a tomillo silvestre o alguna hierba parecida, difícil de identificar, pero que se quedó pegada a mi chaqueta horas. Cuando finalmente apareció Chefchaouen, toda azul y blanca sobre las colinas, parecía un cuadro pintado. Youssef nos dejó en un mirador panorámico antes de soltarnos para que exploráramos la ciudad a nuestro ritmo. Aquí no hace falta guía; solo hay que perderse. Los callejones son estrechos y a veces ves a alguien lavando verduras en la puerta o escuchas niños persiguiéndose en las esquinas. Intenté pedir indicaciones para la cascada Ras el-Maa con mi francés pésimo y recibí una sonrisa y un gesto con la mano señalando hacia arriba.
La cascada no es muy grande, pero el aire fresco y las mujeres lavando ropa en las rocas crean un ambiente especial. Me quedé más tiempo del planeado, escuchando el agua caer sobre las piedras y viendo cómo la luz del sol se colaba entre las hojas. Para comer, agarré lo primero que encontré: un pan plano relleno de queso de cabra de un vendedor ambulante que me guiñó un ojo cuando pregunté si era “fromage de chèvre”. No sé si entendió o le gustó mi acento.
Nos reencontramos en la van donde empezamos (casi me pierdo, pero seguí a dos gatos que parecían saber el camino). De regreso a Fez, todos estábamos más callados, quizás cansados o simplemente pensando en esas paredes azules. A veces los días de viaje se mezclan, pero este se quedó conmigo, especialmente ese momento en la cascada cuando todo parecía ir más despacio.
El viaje completo dura unas diez horas ida y vuelta.
Sí, incluye servicio de recogida y regreso desde tu hotel en Fez.
No, puedes explorar Chefchaouen a pie por tu cuenta sin guía.
Se para en la presa de Sidi Chahed para fotos y una pausa en un café antes de llegar a Chefchaouen.
Tienes entre tres y cuatro horas libres para recorrer Chefchaouen.
Sí, puedes visitar la cascada Ras el-Maa durante tu tiempo libre en Chefchaouen.
Se utiliza una minivan o SUV con aire acondicionado para mayor comodidad.
Sí, se permiten bebés y niños pequeños; se pueden llevar cochecitos y hay asientos para bebés disponibles.
Tu día incluye recogida y regreso al hotel en Fez, transporte cómodo en minivan o SUV con aire acondicionado y agua embotellada, entradas para las actividades en Chefchaouen, además de mucho tiempo libre para explorar las calles azules y la cascada Ras el-Maa antes de volver por la tarde.
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