Si quieres vivir la auténtica experiencia de la Ciudad Azul sin complicaciones, esta excursión de un día lo tiene todo: paseos guiados, sabores locales y mucho tiempo para descubrir a tu ritmo.
La mañana en Fez aún estaba fresca cuando nuestro conductor llegó justo frente al riad. Salimos poco después de las 8, recorriendo un paisaje que poco a poco cambiaba de olivares a colinas escarpadas. El viaje fue como un respiro tranquilo: solo agua embotellada, una radio suave de fondo y algún pastor saludando al pasar. Tras unas tres horas, las famosas paredes azules de Chefchaouen asomaron entre los árboles. Verlo en persona es otra historia, como si alguien hubiera subido el volumen del color en toda la ciudad.
Al llegar, nuestro guía local nos esperaba en la entrada principal y nos llevó directo al laberinto de la medina. Señaló detalles que yo no habría notado: gatos dormitando en escalones pintados en todos los tonos de azul, pequeñas tiendas con mantas tejidas a mano y un anciano vendiendo menta fresca para el té justo al lado de la Plaza Mohammed. El aroma del pan recién horneado salía de un callejón cercano; sinceramente, me abrió el apetito antes del mediodía. Después de una hora con el guía, que parecía conocer a todo el mundo, tuvimos tiempo para explorar por nuestra cuenta. Me senté en Café Clock a tomar un café y simplemente observar la vida pasar en la plaza.
No te vayas sin probar el queso de cabra, cremoso y con un toque ácido, que suelen servir con pan calentito en esos pequeños cafés escondidos tras puertas azules. Si te gusta comprar, encontrarás puestos con gorros y bufandas de lana que usan los locales, no solo para turistas. Antes de regresar a Fez, subimos hasta la cascada Ras el-Maa, un lugar favorito para que los vecinos se refresquen o laven ropa cuando hace calor. El sonido del agua mezclado con el llamado a la oración lejano es algo que no olvidaré pronto. Al atardecer estábamos de vuelta en Fez, cansados pero felices de haber hecho el viaje.
Normalmente son unas tres horas en cada trayecto en vehículo privado, dependiendo del tráfico y paradas en el camino.
La medina es principalmente peatonal y tiene algunas calles con pendiente, pero puedes descansar cuando quieras. Es apto para la mayoría de niveles físicos.
¡Claro! Hay muchas tiendas con artículos artesanales de lana y otras manualidades por toda la medina de Chefchaouen.
No incluye comidas, pero tendrás tiempo libre para probar cafés locales o comprar snacks como queso de cabra o pan fresco por tu cuenta.
Tu día incluye recogida y regreso al hotel en Fez, viaje en coche privado con aire acondicionado y agua embotellada durante el trayecto, además de un conductor amable que habla inglés. En Chefchaouen te espera un guía oficial para un paseo a pie de una hora antes de que explores libremente a tu ritmo.
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