Entra sin colas a la Mezquita Hassan II, recorre las callejuelas de la medina con un guía local, prueba pan fresco de los puestos callejeros y disfruta un café en Rick’s Café. Vive mercados vibrantes, charlas auténticas y momentos en que Casablanca se siente sorprendentemente familiar, como si ya la conocieras.
No esperaba que el aire junto a la Mezquita Hassan II oliera tanto a sal, ni que los azulejos bajo mis pies se sintieran frescos justo cuando el sol empezaba a calentar. Nuestro guía Khalid nos entregó las entradas con una sonrisa: “Preparen la cámara, querrán capturar todo.” Tenía razón; me quedaba parado admirando cómo la luz se colaba por esos enormes arcos. La llamada a la oración sonaba tan suave que parecía un recuerdo más que un sonido. Quise preguntarle a Khalid cuánto tiempo llevó hacer todo ese mosaico, pero se rió y dijo: “Más de lo que querrías esperar para almorzar.”
Después entramos en la Medina antigua. Los callejones se enredaban más de lo que imaginaba, con destellos de color en los pañuelos y puestos de fruta. Una mujer que vendía menta me llamó, y aunque no entiendo mucho darija, sonrió cuando dudé con sus limones. Khalid nos fue guiando, señalando viejas puertas de madera y detalles de piedra colonial francesa. En un momento paramos para probar un pan dulce recién salido del horno, y honestamente, ese sabor se quedó conmigo más que cualquier postal.
Luego fuimos a Rick’s Café — sí, ese mismo Rick’s. La verdad, es un lugar turístico pero con encanto; tal vez por el piano o ver a todos intentando parecer tan cool como Bogart. Tomamos un café antes de pasar por la Plaza Mohammed V, donde las palomas salen volando si te acercas demasiado (casi salto cuando una rozó mi brazo). La ciudad es a la vez ruidosa y tranquila: bocinas lejanas, risas de niños cerca de las fuentes, alguien tocando el oud en un rincón invisible.
El tour terminó en el Mercado Central de Casablanca — una mezcla de olores: naranjas, aceitunas, pescado sobre hielo. Khalid me ayudó a comprar unos dátiles tras regatear con un vendedor que me guiñó un ojo como si compartiéramos un secreto. Para entonces, ya me sentía menos turista y más como alguien que podría pertenecer aquí, aunque solo fuera por una tarde. Eso fue lo que más me sorprendió.
Sí, el tour incluye recogida y regreso al hotel sin complicaciones.
Sí, tu entrada con acceso sin colas a la Mezquita Hassan II está incluida.
Es un tour de medio día que cubre los principales puntos de Casablanca.
Incluye agua embotellada; también podrás comprar snacks o café en el camino.
Visitarás la Mezquita Hassan II, la Medina antigua, Rick’s Café, la Plaza Mohammed V, el Quartier Habous, la Iglesia Notre Dame de Lourdes y el Mercado Central.
Sí, es apto para todos los niveles físicos y se pueden solicitar asientos para bebés.
Tu guía estará encantado de ayudarte a tomar fotos durante todo el recorrido por Casablanca.
El día incluye recogida y regreso al hotel en vehículo con aire acondicionado y Wi-Fi; agua embotellada; entrada sin colas a la Mezquita Hassan II; un guía local amable y multilingüe que te ayudará con las fotos; además de varias paradas para snacks o café mientras exploras los principales atractivos de Casablanca antes de volver al hotel.
¿Necesitas ayuda para planear tu próxima actividad?