Vive de cerca los contrastes de Casablanca: bajo los arcos imponentes de la Mezquita Hassan II con entrada directa, probando dátiles en los laberínticos mercados del Barrio Habous y disfrutando del Atlántico en La Corniche mientras los locales pasean. Un conductor local hace que todo sea fácil para que solo te dediques a disfrutar.
Al entrar en la Mezquita Hassan II, se escuchaba un eco: el roce de los zapatos sobre el mármol y un murmullo bajo de voces. Nuestro guía, Youssef, se detuvo justo dentro del enorme salón de oración para que pudiéramos absorber todo. La luz del sol entraba por esas ventanas altísimas y pude percibir un leve aroma a sal del Atlántico (la mezquita está justo sobre el agua). Quise susurrar una pregunta sobre los mosaicos, pero mi voz se perdió en ese espacio inmenso. Era casi demasiado grande para ponerlo en palabras, ¿sabes?
Después, recorrer Casablanca con nuestro conductor bilingüe fue como cambiar de mundo en un instante. Un momento estábamos en avenidas modernas y torres de cristal, y al siguiente nos adentrábamos en el Barrio Habous, donde los comerciantes saludaban en francés y árabe. Me detuve a observar a un anciano ordenando dátiles en su puesto; sonrió cuando intenté decir “shukran” y me ofreció uno para probar. Dulce y pegajoso, con un toque floral. El mercado central era más ruidoso: pescaderos gritando precios, niños corriendo entre cestas de naranjas. Almorzamos allí (yo elegí sardinas a la parrilla; sin arrepentimientos).
La tarde se calmó en La Corniche. Hay una zona de cafés frente al Atlántico donde los locales toman té de menta y simplemente miran las olas. El aire olía a algas y a masa frita de un carrito cercano. Youssef nos contó historias de su infancia aquí: cómo las familias salen cada fin de semana, cómo incluso en días nublados la gente camina descalza por la arena. Aún recuerdo esa vista: cielo gris fundiéndose con el océano, gaviotas dando vueltas arriba.
Sí, la entrada directa a la Mezquita Hassan II está incluida.
Sí, el conductor te recogerá dentro del puerto o coordinará la recogida en tu hotel.
Son unos 3 km en coche desde el centro de Casablanca hasta La Corniche.
No hay comidas incluidas, pero puedes comprar almuerzo en el Mercado Central de Casablanca.
Sí, es accesible para sillas de ruedas y hay asientos para bebés si se necesitan.
El conductor es bilingüe; los idiomas exactos pueden variar, pero se ofrece inglés.
Sí, el vehículo cuenta con WiFi durante todo el día.
Tu día incluye transporte privado con conductor bilingüe que te recoge en tu hotel o puerto, entradas directas para la Mezquita Hassan II (sin esperas), agua embotellada y WiFi a bordo de un vehículo con aire acondicionado, además de tiempo para explorar mercados o almorzar donde prefieras antes de regresar.
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