Recorrerás dunas salvajes cerca de Agadir en quad con un guía local, y luego aprenderás sandboarding sobre Tifnit. Prepárate para risas (y algún que otro tropiezo), además de té de menta marroquí compartido en la arena. Incluye recogida en hotel y todo el equipo—solo trae ganas de aventura.
Lo admito — me puse nervioso cuando me entregaron el casco en el garaje a las afueras de Agadir. Los quads parecían más grandes de lo que imaginaba, y mis manos ya estaban un poco sudorosas antes de arrancar el motor. Nuestro guía, Youssef, sonreía como si hubiera visto esto mil veces (seguro que sí) y nos dio una rápida explicación en francés e inglés. “No te preocupes,” dijo, “la arena es más blanda de lo que parece.” No sé si eso debía tranquilizarme o no.
Los primeros minutos en el quad fueron movidos — literalmente. Sientes cada bache del camino mientras dejamos la ciudad atrás, con el polvo levantándose alrededor de tus gafas. Se percibe ese toque salado del Atlántico cerca, pero lo que más recuerdo es el ruido de los motores mezclado con risas cuando alguien (sí, yo) se quedó atascado en una pequeña cuesta. El paisaje cambia rápido: de arbustos secos a esas amplias dunas cerca de Tifnit que parecen casi irreales con la luz de la mañana.
Después tocó el sandboarding — que es como surfear, pero en tierra y con mucha menos gracia (al menos para mí). Nuestra instructora, Fátima, nos enseñó a encerar las tablas y cómo colocar los pies. Se rió cuando me caí espectacularmente en el primer intento; al parecer, eso es parte de la diversión. La arena se mete por todos lados — en los zapatos, el pelo, hasta en los dientes si no tienes cuidado — pero hay algo raro y satisfactorio en deslizarse por esas pendientes doradas solo con el viento y tu impulso. Hicimos una pausa a mitad de camino para tomar té de menta, servido de una tetera de plata algo gastada; dulce y caliente, justo para quitarse toda esa arena.
Sigo pensando en esa vista desde la cima de la duna — neblina marina en un lado, arena infinita en el otro. De regreso a Agadir me di cuenta de que me dolía la cara de tanto sonreír (y quizá de entrecerrar los ojos con tanto sol). Si buscas una excursión desde Agadir que sea más que solo turismo — algo donde realmente te muevas y rías con gente local — este es el plan.
La experiencia completa dura unas 3 horas: 2 horas en quad y 1 hora de clase de sandboarding.
Sí, el traslado de ida y vuelta desde tu hotel en Agadir está incluido.
No es necesario tener experiencia; los guías te enseñan todo lo que necesitas saber.
Usa ropa cómoda que pueda ensuciarse con arena; se recomiendan zapatos cerrados.
Sí, se entregan cascos, gafas y cubrecascos para todos los participantes.
Durante la pausa en las dunas te ofrecerán té tradicional de menta marroquí.
La actividad es apta para la mayoría de niveles físicos, pero no se recomienda para niños pequeños ni personas con problemas de salud.
Tu día incluye traslado de ida y vuelta en minibús con aire acondicionado desde Agadir, todo el equipo de seguridad como cascos y gafas, guía local experto para las sesiones de quad y sandboarding cerca de Tifnit, además de té de menta marroquí durante la pausa antes de volver a la ciudad.
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