Subirás al barco en St George’s Bay, sentirás la brisa marina mientras la tripulación local te prepara, y volarás a 200 metros sobre Malta durante diez minutos intensos — todo mientras capturan fotos y videos para que te los lleves. De las risas en cubierta a ese silencio en el aire, este recuerdo queda para siempre.
Subimos al barco justo al borde de St George’s Bay — esa mezcla de nervios y emoción que no sabes bien cómo definir. La tripulación maltesa ya estaba bromeando, lanzándonos chalecos salvavidas y arneses como si fuera un día más de sol (para ellos, tal vez). Se olía a protector solar y sal marina; alguien cerca tenía ese aroma a coco que siempre me lleva a las vacaciones de la infancia. Nuestro guía, Mark, sonrió y dijo algo sobre “las mejores vistas de Malta si mantienes los ojos bien abiertos.” Me reí, pero la verdad no estaba segura de poder hacerlo una vez en el aire.
El barco aceleró y de repente llegó nuestro turno. El arnés se sentía ajustado pero seguro — un poco raro cuando nos engancharon uno al lado del otro (te llevan de dos o tres). Hubo un instante en que mis pies dejaron la cubierta y mi estómago dio un vuelco extraño, y ya estábamos flotando. No volando exactamente — más bien colgando en una brisa que olía un poco a diésel del barco mezclado con aire fresco del mar. Malta se extendía bajo nosotros: edificios de piedra caliza brillando al sol, el agua destellando tanto que tuve que entrecerrar los ojos. Mi amigo gritó algo sobre poder ver Gozo (¿quizá?) pero sobre todo nos reíamos de lo pequeño que parecía todo.
No esperaba que se sintiera tan silencioso allá arriba — salvo por el zumbido lejano del motor y nuestras voces que se escuchaban como un eco hacia abajo. Diez minutos parecieron a la vez largos y cortos; intentaba grabar en la memoria cada mancha de azul y dorado antes de que empezáramos a volver hacia la cubierta. El aterrizaje fue más suave de lo que pensé — Mark me agarró del codo cuando tropecé (tan elegante como siempre) y me dio una botella de agua como si lo hubiera hecho mil veces. Probablemente sí.
¿Lo mejor? Nos dieron un USB con fotos y videos justo después — prueba para todos en casa de que sí, realmente hicimos parasailing en Malta y no solo lo contamos. A veces sigo pensando en esa vista cuando todo está demasiado tranquilo en casa.
Volarás alrededor de 200 metros sobre St George’s Bay.
El paseo en barco dura aproximadamente 1 hora; el vuelo es de unos 10 minutos.
No incluye recogida en hotel, pero hay opciones de transporte público cerca.
Sí, los pasajeros que no vuelan pueden subir si hay espacio disponible.
Sí, después del vuelo te dan video y fotos gratis.
Es apto para la mayoría, pero no se recomienda para embarazadas ni personas con problemas de columna o corazón.
El despegue y aterrizaje son directamente en el barco en St George’s Bay.
Tu hora en el agua incluye todos los arneses y chalecos salvavidas que te colocará la tripulación local, además de video y fotos gratis de tu vuelo para que revivas esos diez minutos sobre St George’s Bay cuando quieras.
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