Verás Putrajaya más allá de su famosa mezquita rosa: desde puentes modernos hasta jardines escondidos y mercados locales. Esta excursión cubre todos los imprescindibles y algunos rincones que solo conocen los locales, con transporte cómodo directo desde tu barco.
Al bajar del barco en Port Klang, el aire se sentía denso y cálido, típico clima malayo. Nuestro conductor nos recibió con una sonrisa rápida y partimos en una furgoneta con aire acondicionado, un verdadero alivio tras el calor pegajoso afuera. El trayecto a Putrajaya duró unos 45 minutos, y a medida que nos acercábamos se veía el skyline futurista de la ciudad elevándose. Primera parada: el Puente Seri Wawasan. Es uno de esos lugares que impresiona más en persona que en fotos: líneas elegantes, casi como la vela de un barco extendida sobre el lago. Los locales corrían a lo largo del agua y se escuchaban los cantos de los pájaros por encima del ruido del tráfico.
Luego rodeamos el Lago Putrajaya, un enorme lago artificial en el corazón de la ciudad. Nuestro guía explicó que ayuda a refrescar toda la zona (lo cual tiene sentido con el calor que hace). Había familias haciendo picnic en la orilla y un par de niños intentando pescar con cañas caseras. Desde aquí se obtiene una vista espectacular tanto de la Mezquita Putra como de Perdana Putra, el complejo de oficinas del Primer Ministro con su inconfundible cúpula verde en lo alto de una colina. No se puede entrar, pero parado en las puertas se siente la grandeza del lugar.
La Mezquita Putra es difícil de pasar por alto: granito rosa suave que brilla bajo el sol, con patrones inspirados en diseños malayos y del Medio Oriente. Nos detuvimos para tomar fotos (como todos), pero lo que más me quedó fue la calma que se siente dentro a pesar de estar tan cerca de calles concurridas. Sin zapatos, el mármol fresco bajo los pies y un leve aroma a sándalo flotando en el aire.
Pasamos por Seri Perdana, la residencia oficial del Primer Ministro de Malasia, y luego nos dirigimos a otra mezquita: la Mezquita Tunku Mizan Zainal Abidin, o “Mezquita de Hierro”. Está hecha principalmente de acero y vidrio, sin minarete, algo poco común aquí. La luz del sol reflejándose en su superficie la hacía parecer casi plateada desde lejos.
El Monumento del Milenio fue la siguiente parada: un camino en espiral con paneles que cuentan la historia de Malasia año tras año. Incluso hay una cápsula del tiempo en su base (nuestro guía bromeó que se jubilaría antes de que alguien la abra). Subir ofrece vistas panorámicas del paseo marítimo; vi botes dragón practicando en el lago.
Pasamos por Istana Melawati, usado como retiro real, y luego nos detuvimos en el Pabellón Marroquí para unas fotos rápidas. El trabajo en azulejos es impresionante; cada rincón parecía hecho para Instagram. Cerca, el parque Anjung Floria estaba lleno de locales tomando fotos familiares entre filas de flores vibrantes; al parecer hay un gran festival de jardines cada año si se acierta con la fecha.
Mi favorito personal fue el Taman Warisan Pertanian (Parque del Patrimonio Agrícola). Probamos guayaba fresca en uno de los puestos (ácida pero dulce), vimos una demostración de extracción de caucho y paseamos entre hileras de hierbas que solo había visto secas en frascos en casa. Incluso hay una pequeña tienda que vende miel local y conservas de frutas si quieres recuerdos que no sean imanes de nevera.
La última gran parada fue el Centro Internacional de Convenciones de Putrajaya, con enormes ventanales que dan a parques y humedales. Nuestro guía señaló que ha ganado premios por eficiencia energética (algo que no habría imaginado solo viéndolo). Antes de regresar al puerto, dimos un paseo rápido por el Jardín Botánico de Putrajaya, con más de 700 especies de plantas de Asia y África, y luego pasamos por el parque Taman Wawasan, donde corredores nos adelantaban mientras caía el crepúsculo.
El tour completo suele durar entre 6 y 7 horas, incluyendo el traslado desde Port Klang a Putrajaya y de regreso.
¡Sí! Los niños pueden unirse fácilmente: hay parques, jardines y mucho espacio para cochecitos o carriolas.
Puedes visitar la mayoría de los sitios de cerca; algunos edificios como Perdana Putra solo se pueden ver desde afuera por razones de seguridad.
No incluye almuerzo, pero hay paradas donde puedes comprar snacks o fruta durante el recorrido.
Tu día incluye recogida y regreso en la terminal de cruceros de Port Klang, un conductor-guía local de habla inglesa, vehículo cómodo con aire acondicionado, además de todos los impuestos y tasas para que no tengas que preocuparte por costos extras durante tu viaje.
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