Vas a cruzar en bote a Nosy Iranja, caminar descalzo por su famosa barra de arena, hacer snorkel entre tortugas y arrecifes coloridos, y luego compartir comida malgache auténtica con los vecinos bajo palmeras, todo acompañado por un guía que no te dejará perderte nada.
El día comenzó temprano con la brisa marina y el suave ronroneo de nuestro bote saliendo de Nosy Be. Son unas dos horas navegando, tiempo suficiente para ver algunos peces voladores que nos acompañaban y, si tienes suerte como nosotros, un grupo de delfines que parecían competir con nuestro bote por un par de minutos. La costa pasa tranquila, con selva densa que cae hasta pequeños islotes rocosos. Recuerdo que el sol se calentaba rápido, así que no olvides tu sombrero o lo notarás a media mañana.
Al llegar a Nosy Iranja, parecía casi irreal. La barra de arena ya se veía: una franja ancha y blanca que une dos islas. Nuestro guía, Jean-Luc, nos contó que con la marea alta todo eso queda bajo el agua. Caminamos descalzos por la arena; es suave y crujiente bajo los pies, sin estar caliente aún por la mañana. A un lado, el mar parecía un espejo azul; al otro, se veían destellos de color donde el coral asomaba justo bajo la superficie.
Dimos un paseo corto entre la vegetación hasta un faro antiguo (Jean-Luc dijo que fue diseñado por el propio Eiffel, ¿quién lo diría?). La vista desde ahí es impresionante: azul infinito y esa barra de arena larguísima abajo. Luego, la mayoría agarró las máscaras de snorkel y se lanzó directo al arrecife: tortugas marinas nadaban con calma como si fueran dueñas del lugar, y bancos de peces pequeños se movían entre corales de todos los colores que puedas imaginar. Incluso vi una estrella de mar atrapada entre las rocas.
La hora del almuerzo fue bajo la sombra de palmeras de coco en el pueblo. El aroma a pescado a la parrilla llegó antes que nosotros. Los locales sirvieron platos generosos: mariscos frescos que habían traído esa misma mañana, estofado de zebu para quienes querían algo más fuerte, arroz y encurtidos picantes al lado. También había chips de plátano para picar y rodajas de mango y lichi frescos de postre. Tomar un coco frío mientras veía a los niños jugar fútbol cerca fue como vivir un rato la vida isleña.
Normalmente toma unas 2 horas por trayecto en lancha, según el estado del mar.
Tu guía tendrá equipo básico para snorkel, pero si prefieres algo específico, puedes llevar el tuyo.
¡Claro! Solo avísanos con anticipación, siempre hay arroz y mucha fruta fresca disponible.
Por supuesto, es ideal para familias. Los bebés pueden ir en cochecito o sentados en el regazo de un adulto durante el viaje en bote.
Tu tour de día completo incluye traslado en bote ida y vuelta desde Nosy Be, todas las entradas en la isla Iranja, un almuerzo malgache auténtico preparado por los vecinos (con opciones de mariscos o pollo), snacks como chips de plátano y frutas tropicales de temporada durante el día, además de bebidas ilimitadas: refrescos, agua, cerveza local (para adultos), coco punch y rones malgaches con sabor a frutas (solo para mayores de 18). Tu guía personal te acompaña todo el día para que todo sea fácil y memorable.
¿Necesitas ayuda para planear tu próxima actividad?