Descenderás por la auténtica pista olímpica de bobsleigh de Riga—sin necesidad de nieve—con un guía profesional y todo el equipo incluido. Es rápido, ruidoso y, sinceramente, inolvidable.
Lo primero que noté fue el sonido: ruedas de metal raspando contra la pista, resonando entre los árboles fuera de Sigulda. Nuestro guía, Juris, nos entregó los cascos y nos dio una breve explicación—nada complicado, solo indicaciones claras sobre la seguridad y qué esperar. Aunque era verano, el aire se sentía fresco y llevaba ese leve aroma a pino mezclado con el aceite de los trineos. Aquí no necesitas nieve; estos bobsleighs van sobre ruedas, así que disfrutas toda la velocidad sin congelarte los dedos.
Al subir al trineo, el corazón me latía más fuerte de lo que quisiera admitir. La pista es oficial olímpica—sin atajos ni versiones simplificadas. En cuanto nos impulsaron, todo se volvió un borrón: viento en la cara, un vuelco en el estómago al tomar la primera curva. La velocidad es real—70 u 80 km/h se sienten mucho más rápido cuando estás tan cerca del suelo. Al final, todos sonreíamos como niños que acaban de hacer una travesura. Si buscas una actividad diurna en Riga que te despierte (y quizá te sacuda un poco), esta es la indicada.
Sí, se proporciona equipo de seguridad y tu guía de habla inglesa te explicará todo antes de la bajada. Solo sigue las instrucciones y disfruta.
Puedes esperar velocidades entre 70 y 80 km/h sobre ruedas—¡se siente aún más rápido cuando estás dentro!
¡Para nada! Todo el equipo de seguridad está incluido. Solo lleva ropa cómoda y calzado cerrado.
Esta actividad no se recomienda para personas con lesiones en la columna debido a las altas velocidades y curvas pronunciadas.
Tu paseo incluye todo el equipo de seguridad, traslados de ida y vuelta desde Riga, un guía de habla inglesa que conoce cada curva de la pista, además de un emocionante descenso por persona.
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