Recorrerás el laberinto de hangares del Mercado Central de Riga con un guía local, probando quesos, panes, encurtidos, pescado, bebidas e incluso pastel de miel si tienes suerte. Risas por palabras mal pronunciadas y relatos detrás de cada bocado. No es solo tachar casillas, sino sentir lo que hace especial la comida letona—a veces lo simple deja la huella más grande.
Para ser sincero, creía saber qué era “comida de mercado” hasta que entramos en el primer hangar de zeppelines del Mercado Central de Riga. El aire estaba impregnado del aroma a pescado ahumado y pan de centeno (de ese que se pega a los dedos), y nuestra guía, Elīna, nos llamó hacia un puesto donde una mujer mayor cortaba queso con unas manos que parecían haber amasado masa durante décadas. Intenté pronunciar “pīrāgi” bien — Li se rió cuando lo dije fatal. El mercado es enorme, por cierto; cinco hangares, cada uno con su propio ritmo. Es ruidoso, pero no de mala manera — solo voces rebotando, vendedores gritando precios en letón y ruso.
Recorrimos desde verduras en vinagre (todavía no sé si me gustó más el repollo fermentado o no) hasta pequeños vasos de balsámico negro que calentaban la garganta como nunca lo hace el café. Hubo un momento en el puesto del pan donde alguien me dio una rebanada aún tibia del horno — no esperaba que algo tan sencillo supiera tan… ¿casero? Elīna no paraba de contarnos historias sobre cómo estos alimentos sobrevivieron a la época soviética, sobre su abuela haciendo kvass desde cero. Se notaba que no solo recitaba datos — realmente le importaban esos sabores.
Cuando llegamos a la sección de dulces, ya estaba lleno, pero de alguna manera aún había espacio para el pastel de miel. Los niños corrían con globos; afuera se oían los frenos chirriantes de los tranvías en las vías mojadas (llovió unos diez minutos — típico). Terminamos tras dos horas, pero sinceramente podríamos habernos quedado más tiempo solo para observar a la gente o intentar pronunciar más palabras mal. Si buscas un tour de comida letona que se sienta auténtico — nada preparado — esta excursión en el Mercado Central de Riga es justo lo que necesitas.
El tour dura aproximadamente 2 horas mientras recorres los cinco hangares del mercado.
Sí, alrededor del 70% de las degustaciones son aptas para vegetarianos, además de una oferta extra vegetariana en una parada.
No se recomienda para veganos, ya que solo el 40% de la comida es vegana.
Probarás carnes, panes, quesos, pescado, verduras fermentadas, bebidas (con y sin alcohol) y dulces.
No, no incluye recogida; el punto de encuentro es directamente en el Mercado Central de Riga.
Sí, bebés y niños pequeños pueden unirse y usar cochecito o carrito.
Sí, se permiten animales de servicio durante el tour.
Si hay menos de seis personas, te ofrecerán otra fecha o compensación un día antes del tour.
Tu día incluye generosas degustaciones de comida tradicional letona — carnes, panes, quesos, pescado — además de bebidas locales (con y sin alcohol), dulces como pastel de miel si está disponible, y agua embotellada durante todo el recorrido por los cinco hangares del Mercado Central de Riga con tu guía local compartiendo historias en el camino.
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