Viaja desde Almaty por los cañones Luna y Negro hasta el lago Kolsai, duerme en yurta o habitación cerca de ríos de montaña, comparte comida local junto a la fogata, recorre en 4x4 el bosque sumergido del lago Kaindy y explora los senderos salvajes del cañón Charyn con guía. Ríe junto al fuego y disfruta momentos de paz bajo el cielo kazajo.
“Sabes, antes la gente cabalgaba durante días solo para llegar a estos lagos,” sonrió nuestro conductor mientras avanzábamos por el camino fuera de Almaty. Se notaba el orgullo en su voz — y, la verdad, después de unas dos horas entre la estepa abierta y esas colinas amarillas hipnóticas, empecé a entenderlo. La parada en el Cañón de la Luna fue rápida pero surrealista — esas sombras hacían que todo se viera más nítido. El Cañón Negro era aún más extraño; el silencio allí era tan denso que casi podías saborearlo.
Ya entrada la tarde llegamos al lago Kolsai. El agua tenía un azul verdoso tan intenso que parecía irreal. Nuestra guía, Aida, señalaba flores silvestres entre las rocas (ella conocía cada nombre — yo los olvidaba al instante). Algunos se animaron a navegar en bote; yo me quedé sentado en un tronco, escuchando el viento mover las agujas de pino. La cena fue en el campamento de yurtas — un guiso de cordero burbujeando sobre el fuego, pan con un sabor ahumado más intenso de lo habitual. Alguien intentó armar un karaoke, pero la mayoría terminamos afuera, viendo las chispas subir hacia un cielo repleto de estrellas.
La mañana siguiente fue más fría de lo esperado — mi aliento se volvió vapor mientras subíamos a una vieja furgoneta soviética para el tramo off-road hacia el lago Kaindy. Ese viaje me sacudió los huesos pero también me hizo reír (el conductor lo llamaba “masaje kazajo”). Kaindy es raro y hermoso: troncos pálidos que emergen del agua como sacados de otro planeta. Caminamos un poco; a alguien se le quedaron las botas atrapadas en el barro y todos nos reímos a carcajadas. Más tarde, en el Valle de los Castillos del cañón Charyn, la bajada al río parecía interminable pero valió la pena — paredes rojas brillando con la luz del atardecer. Las piernas cansadas, pero la mente despejada de una forma que no sé explicar.
Siempre recuerdo esa primera noche junto al río — qué silencio, salvo las risas alrededor del fuego y quizás un caballo resoplando cerca. Si buscas comodidad, también hay habitaciones con baño, pero siendo sincero, despertar bajo la lona con el aire frío en la cara es parte esencial de la experiencia.
El tour dura 2 días con una noche cerca del lago Kolsai.
Sí, pasarás la noche en yurta compartida o en habitaciones con baño privado en un campamento al pie de la montaña.
Incluye cena y desayuno; hay opciones vegetarianas si las pides.
Se usa una furgoneta soviética 4x4 para el tramo off-road desde el campamento hasta el lago Kaindy.
Se caminan unos 1.5 km por el fondo del cañón para llegar al río y regresar.
No, no se permite la participación de niños menores de 5 años por la dificultad del recorrido.
No, se requiere buena condición física para los trayectos largos y caminatas; no es recomendable para movilidad limitada o problemas de salud graves.
El tour incluye transporte desde Almaty, pero consulta si ofrecen recogida en tu hotel al reservar.
Tus dos días incluyen todas las entradas a parques nacionales, transporte en van o bus moderno con aire acondicionado desde Almaty, más el viaje en furgoneta soviética 4x4 a Kaindy, cena y desayuno (con opciones vegetarianas), agua embotellada, alojamiento en yurta compartida o habitaciones con baño privado en campamento al pie de la montaña cerca del lago Kolsai, y diversión junto a la fogata por la noche (karaoke para los valientes) antes de regresar al día siguiente por los senderos del cañón Charyn.
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