Flotarás en aguas saladas en el punto más bajo de la Tierra, te cubrirás con barro rico en minerales y te relajarás en un resort cómodo—todo con transporte fácil desde Amán. Consejos locales y mucho tiempo para descansar hacen que esta experiencia sea más que una simple parada turística.
El camino fuera de Amán siempre me sorprende: un momento estás entre el tráfico de la ciudad y al siguiente ves cómo la tierra se aplana y se funde en suaves tonos desérticos. Nuestro conductor de habla inglesa hablaba de sus puestos de té favoritos en la carretera mientras descendíamos cada vez más; mis oídos se destaparon un poco antes de que siquiera viéramos el agua. Hay un silencio extraño cuando te acercas al Mar Muerto, casi como si el aire mismo fuera más denso. Cuesta creer que estás parado a 400 metros bajo el nivel del mar.
Nos detuvimos cerca de la franja de resorts, donde nuestro conductor señaló qué hoteles ofrecían pases de día (algunos incluso incluyen almuerzo si quieres). Elegí uno con una terraza sombreada—honestamente, el sol del mediodía pega fuerte. Lo primero que noté fue lo arenoso que se sentía el suelo bajo mis pies, casi crujiente por toda esa sal. ¿Flotar? No es solo para la foto—realmente no puedes hundirte, por más que lo intentes. El agua deja la piel suave y con un cosquilleo agradable. Me unté un poco de ese famoso barro negro en los brazos (huele un poco a tierra, pero los locales lo recomiendan mucho), y luego me senté a contemplar cómo la luz del sol brillaba sobre el agua hasta la orilla lejana en Israel.
Después de enjuagarme y tomar un snack rápido en el café (el café árabe fuerte sabe diferente aquí abajo), nos encontramos de nuevo con nuestro conductor en el vestíbulo del hotel. Él sugirió parar en una tienda cercana—muchos aprovechan para comprar sales o mascarillas de barro del Mar Muerto como recuerdo. El dueño nos dejó probar una crema de manos justo en el mostrador; mis manos se sintieron más suaves para cuando nos fuimos. En el camino de regreso a Amán, todavía podía oler ese toque mineral en mi piel—y sí, es cierto lo que dicen: tu cuerpo se siente más ligero de alguna manera.
El almuerzo no está incluido automáticamente, pero varios resorts ofrecen paquetes con comida si quieres añadirlo. Tu conductor te explicará las opciones al llegar.
¡Sí! Hay una parada opcional en una tienda local donde puedes ver o comprar productos hechos con barro y minerales del Mar Muerto.
Por supuesto—es accesible para sillas de ruedas y hay asientos para bebés si los necesitas. Los resorts están preparados para todas las edades y capacidades.
Tendrás un conductor privado de habla inglesa durante todo el viaje, transporte cómodo con aire acondicionado (con WiFi y agua embotellada), además de acceso flexible al resort una vez que llegues al área del Mar Muerto. Todas las edades son bienvenidas—solo trae tu traje de baño y curiosidad.
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