Explorarás antiguas calles romanas en Jerash, subirás a torres medievales en el Castillo de Ajloun y disfrutarás de vistas panorámicas del valle desde Umm Qais—todo en un solo día desde Amman. Perfecto si buscas historia auténtica y conocimiento local sin complicaciones.
La mañana comenzó con nuestro conductor esperándonos justo afuera del vestíbulo del hotel—siempre un alivio cuando no estás seguro del tráfico en la ciudad. El viaje hacia el norte, hasta Jerash, duró menos de una hora. Recuerdo que el aire se sentía más fresco al dejar atrás Amman, y cuando llegamos a Jerash, se percibía un leve aroma a pino mezclado con polvo—algo que solo notas si bajas un poco la ventana. Nuestro conductor nos ayudó a conseguir las entradas en la puerta (muy útil si tu árabe está un poco oxidado), y nos comentó que podíamos contratar un guía local si queríamos historias más profundas sobre las ruinas. Paseamos por esas antiguas calles con columnas, cruzándonos con grupos de escolares en excursión y escuchando fragmentos de historia romana resonar entre las piedras milenarias. El Templo de Artemisa destaca especialmente—columnas enormes que de alguna manera han resistido siglos de terremotos.
Desde Jerash, nos dirigimos hacia el Castillo de Ajloun. El camino serpentea entre olivares y bosques de pinos; es casi hipnótico ver cómo las colinas se suceden una tras otra. En Ajloun, se siente la solidez de esos muros medievales—construidos en 1184 por uno de los generales de Saladino para mantener a raya a los cruzados. Dentro, hace fresco y un poco de humedad; probablemente notarás los ecos al subir por las estrechas escaleras de piedra. Cerca de la entrada hay un pequeño vendedor que ofrece té dulce—vale la pena probarlo si necesitas un descanso.
La última parada fue Umm Qais. Aquí hay más tranquilidad, menos gente que en Jerash, pero honestamente, lo que me conquistó fueron las vistas: se puede ver todo el Valle del Jordán hasta los Altos del Golán e incluso el Mar de Galilea en un día despejado. Caminamos entre ruinas de basalto negro mientras nuestro conductor esperaba en la entrada—nos dio consejos sobre dónde colocarnos para las fotos sin que aparecieran otros turistas (un salvavidas). Ya entrada la tarde, regresamos a Amman con los zapatos polvorientos y demasiadas fotos en el móvil.
Sí, especialmente en Jerash, donde recorrerás bastante a pie sobre terreno irregular. Lo mejor es llevar calzado cómodo.
En Jerash hay guías locales disponibles por un costo adicional; el Castillo de Ajloun es para recorrer por cuenta propia, aunque el personal puede responder preguntas.
Encontrarás pequeños puestos cerca de las entradas que venden snacks y té. Aun así, es recomendable llevar agua.
¡Sí! Es ideal para familias y accesible para cochecitos o sillas de ruedas con algo de ayuda en ciertos puntos.
Esta excursión incluye transporte privado en vehículo con aire acondicionado y WiFi a bordo, un conductor de habla inglesa que ayuda con las entradas y ofrece consejos locales, además de cubrir los costos de combustible. Hay asientos para bebés disponibles si se necesitan—y sí, también es accesible para sillas de ruedas.
¿Necesitas ayuda para planear tu próxima actividad?