Te pondrás un hakama samurái en Tokio, aprenderás movimientos básicos de espada con un guía experto y practicarás con réplicas seguras antes de explorar juntos el Museo Samurai & Ninja. Prepárate para momentos de concentración, risas y historias que no descubrirás por tu cuenta.
“Primero hay que hacer una reverencia—siempre,” dijo nuestro instructor, tocándose el pecho con dos dedos. Yo todavía luchaba con el hakama, que pesaba más de lo que parecía, como si te envolvieras en la historia de otro. El aire olía a tatami y a ese aroma a madera pulida que tienen los lugares tradicionales de Tokio. Éramos unos ocho, algunos callados, un niño brincando hasta que su papá le susurró algo en japonés para calmarlo. Me sorprendí sonriendo cuando nos alineamos—nunca imaginé estar aquí, a punto de probar una experiencia con espada samurái en Tokio.
La primera vez que intenté el movimiento básico de Iaido, mis brazos se pusieron rígidos y torpes. Nuestra guía—se llamaba Yuki—lo mostró otra vez, despacio y con paciencia. “No fuerces,” dijo, “solo respira.” La espada réplica se sentía fría en mis manos; no estaba afilada (eso lo dejaron claro), pero pesaba lo suficiente para que tuviera cuidado. Hay un momento en que todo queda en silencio, salvo el suave roce de los calcetines en el suelo y el pequeño clic cuando la hoja toca su objetivo imaginario. Es sorprendentemente relajante, aunque al principio te veas un poco ridículo.
Después posamos para fotos—yo intentando lucir feroz pero seguro solo estaba entrecerrando los ojos por concentración—y luego Yuki nos llevó al Museo Samurai & Ninja que está al lado. Señaló un casco viejo con una abolladura (“Esa es de verdad, daño de batalla,” dijo), y nos contó cómo los samuráis entrenaban años para perfeccionar un solo movimiento. Había un grupo de Osaka que no paraba de bromear sobre quién parecía el villano de una película con su hakama. La verdad, no esperaba reír tanto en algo que creía tan serio.
Aún recuerdo lo extraño que fue volver a la calle llena de gente después de tanta concentración en silencio—como si por un rato hubieras tomado prestada la disciplina de otro. Si tienes aunque sea un poco de curiosidad por los samuráis o buscas algo diferente a templos y centros comerciales, esta excursión vale mucho la pena.
Niños menores de 6 años no pueden entrar al lugar; los mayores pueden participar usando solo réplicas seguras.
Sí, te vestirás con un hakama tradicional como parte de la experiencia.
Tu reserva incluye entrada guiada gratuita al Museo Samurai & Ninja después de la clase de espada.
No, todo se practica con réplicas seguras por ley japonesa; no se usan hojas afiladas.
Puedes reservar para 4 o 5 personas por sitio; puede haber más participantes de otros grupos en la sesión.
El lugar es accesible para sillas de ruedas y admite animales de servicio; hay transporte público cercano.
La instrucción principal la dan guías locales que hablan inglés y japonés.
Tu día incluye ponerte un hakama tradicional, practicar técnicas básicas de Iaido con réplicas seguras bajo guía experta, posar para fotos con fondos samuráis, y entrada con visita guiada al Museo Samurai & Ninja, todo en una ubicación cómoda de Tokio antes de volver a la ciudad.
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